La compra de una vivienda es una decisión significativa que implica diversos aspectos financieros, siendo la entrada uno de los puntos clave. Descubre en este artículo todo lo que necesitas saber sobre cuánto hay que dar de entrada para comprar un piso en España. Como probablemente sabrás, actualmente los bancos no ofrecen hipotecas del 100% del coste de compra de la vivienda, por lo que deberás tener una cantidad ahorrada que servirá como entrada en la transacción inmobiliaria. Te explicamos al detalle qué cantidad de dinero necesitas tener en tu cuenta de ahorros para poder comprar una casa o piso sin problemas.
En España, es habitual que los bancos financien hasta el 80% del valor de la vivienda. Esto significa que, como comprador, deberás aportar al menos el 20% restante como entrada. Este porcentaje puede variar dependiendo de las políticas del banco, tu historial crediticio o si puedes acceder a ayudas gubernamentales.
Por ejemplo, si quieres comprar un piso valorado en 100.000€, deberás aportar una entrada mínima de 20.000€. Si el valor del piso es de 200.000€, la entrada mínima será de 40.000€.
Sin embargo, no debes olvidar que además de la entrada, también deberás hacer frente a otros gastos asociados a la compra, como los impuestos y los costes de notaría y gestoría. Estos suelen representar entre un 10% y un 12% del precio del inmueble.
Supongamos que estás interesado en una vivienda valorada en 250.000 €. En este caso, deberías tener ahorrado como mínimo 50.000 € para la entrada. Este importe es solo una parte de los costes iniciales, ya que también deberás cubrir otros gastos asociados con la compra del inmueble, como los impuestos, los gastos de notaría, y los de gestoría.
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Ante esta situación, es recomendable contar con un colchón financiero adicional para cubrir estos gastos extra, que suelen representar entre un 10% y un 12% del valor de la propiedad. Por lo tanto, en el ejemplo de una vivienda de 250.000 €, sería aconsejable disponer de un total de aproximadamente 75.000 € para cubrir con total comodidad todos los gastos iniciales.
La idea de adquirir una vivienda sin entrada puede resultar atractiva, pero es esencial entender las opciones disponibles y los posibles riesgos asociados con esta elección.
Algunas entidades financieras ofrecen hipotecas al 100%, lo que significa que puedes financiar la totalidad del precio de la vivienda sin necesidad de aportar una entrada inicial. Sin embargo, estas hipotecas suelen estar sujetas a condiciones más estrictas, como un historial crediticio sólido y una capacidad financiera demostrada.
Alternativamente, podrías explorar acuerdos con el vendedor o desarrollador que permitan diferir el pago de la entrada, como por ejemplo un alquiler con opción a compra. Aunque esta opción puede facilitar la compra inicialmente, es crucial comprender los términos y las posibles implicaciones financieras a largo plazo. Finalmente, otra opción puede ser las ayudas gubernamentales, que sirven para ayudar a los habitantes a poder adquirir viviendas sin tener el 20% de entrada ahorrado.
A pesar de estas opciones, comprar una casa sin entrada conlleva riesgos, como tasas de interés más altas y una mayor carga financiera a lo largo del tiempo. Evaluar cuidadosamente estas opciones y consultar con asesores financieros puede ser fundamental para tomar decisiones informadas.
Si bien es posible comprar una vivienda sin entrada, es crucial considerar cuidadosamente las opciones y sus implicaciones a largo plazo para tomar una decisión que se alinee con tus objetivos financieros.
Más allá de la entrada, hay otros gastos asociados a la compra de una vivienda que debes tener en cuenta para evitar sorpresas financieras. Veamos detalladamente qué implica este proceso.
Al tener en cuenta estos gastos adicionales al comprar una casa, podrás planificar tu presupuesto de manera más efectiva y evitar sorpresas desagradables durante el proceso de compra.
Si estás buscando comprar un piso que requiere una entrada de 20.000€, el valor total de la vivienda que podrías permitirte sería aproximadamente de 100.000€, siempre que el banco te conceda una hipoteca por el 80% del valor del inmueble. Es importante que planifiques tus finanzas de forma adecuada, ya que necesitarás tener este importe disponible antes de cerrar la compra.
En algunos casos excepcionales, es posible obtener hipotecas que requieran solo una entrada del 10%. Estas suelen estar reservadas para compradores con buenos historiales crediticios, ingresos elevados o para la compra de viviendas propiedad del banco. Aunque menos comunes, este tipo de hipotecas pueden ser una opción para quienes no disponen del 20% habitual.
Comprar una vivienda sin entrada puede parecer una buena solución para quienes no tienen ahorros, pero conlleva ciertos riesgos. Al financiar el 100% del valor de la vivienda, las cuotas mensuales serán más altas y es posible que el banco aplique un tipo de interés más elevado. Además, estarás más expuesto a fluctuaciones del mercado inmobiliario, lo que podría afectar al valor de la vivienda en el futuro.
Se recomienda ahorrar al menos un 20% del precio de la vivienda para una entrada sólida.
Sí, el tipo de hipoteca puede afectar la cantidad de la entrada requerida. Algunos programas permiten entradas más bajas, pero pueden tener tasas de interés más altas.
Sí, algunos programas gubernamentales ofrecen opciones con entradas reducidas o nulas para compradores elegibles.
Un buen historial crediticio puede mejorar las opciones de financiamiento y reducir la cantidad de la entrada requerida.
Sí, la negociación con el vendedor puede ser una estrategia para reducir o eliminar la entrada, dependiendo de las circunstancias.
El tiempo para ahorrar la entrada depende de los ingresos y hábitos de ahorro individuales, pero generalmente puede llevar varios años.
En caso de tener la intención de comprar una vivienda de 100.000€, necesitarás al menos 20.000€ para la entrada, más un 10% adicional para cubrir impuestos y otros gastos, es decir, 30.000€. En cambio, para una vivienda de 200.000€, necesitarás 40.000€ de entrada y unos 24.000€ extra como gastos adicionales. Es decir, un total de 64.000€.
La entrada suele ser del 20% del valor del inmueble, aunque algunos bancos pueden ofrecer hipotecas con una entrada del 10% en casos especiales.
La hipoteca que puedes permitirte dependerá de tus ingresos y tu capacidad de endeudamiento. En general, se recomienda que la cuota mensual no supere el 30% de tus ingresos netos.
Deberías tener ahorrado al menos un 30% del valor de la vivienda, incluyendo el 20% para la entrada y un 10% adicional para cubrir los gastos asociados.