Comprar un piso ocupado es legal y puede ser una oportunidad de inversión gracias a su precio reducido, pero implica asumir riesgos importantes: no tendrás acceso inmediato a la vivienda, el proceso de desalojo puede ser largo y costoso, y la mayoría de bancos no ofrecen hipoteca para este tipo de inmuebles. Es una operación adecuada solo para compradores informados, con liquidez y dispuestos a gestionar una situación jurídica compleja.
En síntesis:

Comprar un piso ocupado significa adquirir una vivienda en la que siguen viviendo personas que no tienen derecho legal a permanecer allí. Esa ocupación puede darse por distintos motivos:
Lo importante es entender que el estado del ocupante condiciona el riesgo, el tiempo y el tipo de proceso legal que tendrás que iniciar para recuperar la posesión.
En una compra tradicional, cuando firmas la escritura recibes dos cosas:
Cuando compras un piso ocupado, solo recibes lo primero. La propiedad pasa a tu nombre, pero la posesión sigue en manos del ocupante, hasta que un juez determine lo contrario o abandone voluntariamente.
Por eso:
Tienes el derecho de ser el dueño, pero no el control inmediato sobre tu vivienda.
Para efectos jurídicos, al firmar la escritura aceptas:
Por eso es fundamental que la ocupación quede expresamente reflejada en la escritura. De lo contrario, podrías tener problemas para demandar o incluso reclamaciones cruzadas con el vendedor.
Además:
| Aspecto | Piso libre | Piso ocupado |
|---|---|---|
| Propiedad | Pasa al comprador | Pasa al comprador |
| Posesión | Inmediata | No inmediata |
| Acceso al inmueble | Sí | No permitido |
| Control y uso | Inmediato | Restringido |
| Tiempo para disponer de él | 0 meses | 6–18 meses o más |
| Riesgo legal | Bajo | Alto |
Las viviendas ocupadas que salen al mercado suelen tener dos orígenes principales:
Para el comprador, esto representa una oportunidad de adquirir una propiedad por mucho menos dinero, pero también implica riesgos legales, financieros y prácticos que deben ser bien evaluados antes de cerrar cualquier trato.
Lectura recomendada: ¿Me pueden ocupar mi vivienda habitual?
Sí. En España es completamente legal comprar un piso ocupado, ya sea por okupas, inquilinos morosos o personas que permanecen sin contrato. La compraventa se realiza como cualquier otra: firmas la escritura, adquieres la propiedad y el inmueble pasa a tu nombre en el Registro.
Sin embargo, la clave está en que la ocupación debe constar expresamente en la escritura de compraventa. Esto evita conflictos futuros con el vendedor y deja claro que aceptas la situación del inmueble tal y como está en el momento de la compra.
Aquí es donde surgen más dudas. Aunque seas el propietario desde el día de la firma, hasta que la ley no diga lo contrario:
Hacerlo podría considerarse allanamiento de morada o coacciones, aunque la vivienda sea tuya. La posesión sigue legalmente en manos del ocupante hasta que un juez determine lo contrario o hasta que abandone voluntariamente.
Únicamente mediante los procedimientos legales establecidos:
El nuevo propietario es quien debe iniciar el proceso, aportar la documentación necesaria y esperar la resolución judicial.

Los okupas suelen buscar inmuebles que estén vacíos, poco vigilados y con bajo riesgo de intervención inmediata. Estos son los tipos más comunes de viviendas que suelen ocupar:
| Tipo de vivienda | Uso habitual | ¿Por qué atrae a los okupas? |
|---|---|---|
| Viviendas deshabitadas | Propiedades vacías sin uso prolongado | Falta de vigilancia, aspecto de abandono y poca intervención del propietario. |
| Segundas residencias | Usadas solo en vacaciones o fines de semana | Periodos largos sin ocupación, fácil acceso y baja supervisión. |
| Pisos embargados de bancos | Propiedades en manos de entidades financieras | Gestión lenta, sin vigilancia regular y baja presión social o judicial. |
| Inmuebles en zonas periféricas | Viviendas en barrios alejados o poco transitados | Menos presencia policial y vecinal, mayor tiempo de ocupación sin ser detectados. |
| Bloques con varios pisos vacíos | Edificios con varias unidades sin ocupar | Permiten a varios okupas instalarse sin llamar la atención, especialmente en zonas degradadas. |

Comprar un piso ocupado solo merece la pena cuando el descuento es lo suficientemente alto como para compensar el tiempo, el riesgo legal y la falta de acceso inmediato al inmueble. Es una operación pensada para inversores con liquidez y paciencia, no para quien necesita una vivienda para vivir pronto. En cambio, si dependes de una hipoteca, tienes poca tolerancia a la incertidumbre o necesitas disponer del piso en pocos meses, este tipo de compra suele ser una mala decisión.
| Por qué SÍ comprar un piso ocupado | Por qué NO comprar un piso ocupado |
|---|---|
| Descuento elevado (idealmente > 40%). | Necesitas hipoteca: casi ningún banco financia. |
| Tienes liquidez y no dependes del banco. | Requieres acceso inmediato al inmueble. |
| Puedes esperar meses para recuperar la posesión. | Necesitas vivir en él en menos de 1 año. |
| Buscas inversión en zonas con alta demanda. | No toleras riesgos legales o procesos judiciales. |
| Aceptas comprar sin ver el interior del piso. | Desconoces la situación del ocupante o es compleja. |

Sí, es legal comprar un piso ocupado si la situación se refleja en la escritura. Puede ser una buena idea desde el punto de vista de la inversión, pero conlleva riesgos legales, falta de acceso y posibles costes de desahucio que deben valorarse con cuidado.
Un okupa puede permanecer en un piso hasta que un juez ordene su desalojo, lo que puede tardar varios meses o incluso más de un año, dependiendo del caso y del colapso del juzgado. cuanto antes se inicie el proceso legal, antes se podrá recuperar la vivienda.
Sí, existen inmobiliarias especializadas en la compra y venta de pisos ocupados. Suelen trabajar con inversores y ofrecen inmuebles con precios rebajados, asumiendo que el comprador gestionará el desalojo.
Generalmente, no. Las entidades bancarias suelen rechazar la financiación de viviendas ocupadas debido al alto riesgo asociado.
Los okupas pueden causar daños en puertas, ventanas, instalaciones eléctricas, sanitarias o incluso en la estructura de la vivienda. También es común encontrar suciedad, destrozos o muebles rotos. Por lo general, el nuevo propietario debe asumir el coste de las reparaciones, salvo que se pacte lo contrario en el contrato de compraventa o se logre una indemnización judicial.
