Comprar un piso ocupado puede sonar a locura, a riesgo, incluso a problema asegurado… pero para quien sabe lo que hace, puede convertirse en la jugada inmobiliaria más rentable del año.
¿Qué vas a encontrar en este artículo?
Una vivienda okupada es un inmueble ocupado ilegalmente, sin el consentimiento del propietario. En la mayoría de los casos, los inkiokupas acceden a la vivienda cuando está vacía, deshabitada o abandonada, y se instalan sin ningún tipo de contrato o permiso.
En España, la okupación ilegal está tipificada como delito en el Código Penal, y puede conllevar:
Este fenómeno se da sobre todo en pisos embargados, vacíos durante largos períodos o en zonas menos transitadas, y aunque genera mucha polémica social, es importante entender sus implicaciones legales y prácticas antes de plantearse comprar una propiedad en estas condiciones.
Las viviendas ocupadas que salen al mercado suelen tener dos orígenes principales:
Para el comprador, esto representa una oportunidad de adquirir una propiedad por mucho menos dinero, pero también implica riesgos legales, financieros y prácticos que deben ser bien evaluados antes de cerrar cualquier trato.
Lectura recomendada: ¿Me pueden ocupar mi vivienda habitual?
La compra de un piso ocupado conlleva una serie de ventajas y desventajas que deben ser cuidadosamente consideradas para tomar una decisión informada.
En este apartado, destacaremos los principales beneficios, como el precio reducido y el potencial de inversión, junto con los retos, incluyendo los riesgos legales y los posibles daños a la propiedad.
Por otro lado, no hay que olvidar los riesgos o contras que existen en este tipo de operaciones.
Los okupas suelen buscar inmuebles que estén vacíos, poco vigilados y con bajo riesgo de intervención inmediata. Estos son los tipos más comunes de viviendas que suelen ocupar:
Tipo de vivienda | Uso habitual | ¿Por qué atrae a los okupas? |
---|---|---|
Viviendas deshabitadas | Propiedades vacías sin uso prolongado | Falta de vigilancia, aspecto de abandono y poca intervención del propietario. |
Segundas residencias | Usadas solo en vacaciones o fines de semana | Periodos largos sin ocupación, fácil acceso y baja supervisión. |
Pisos embargados de bancos | Propiedades en manos de entidades financieras | Gestión lenta, sin vigilancia regular y baja presión social o judicial. |
Inmuebles en zonas periféricas | Viviendas en barrios alejados o poco transitados | Menos presencia policial y vecinal, mayor tiempo de ocupación sin ser detectados. |
Bloques con varios pisos vacíos | Edificios con varias unidades sin ocupar | Permiten a varios okupas instalarse sin llamar la atención, especialmente en zonas degradadas. |
Para recuperar una vivienda ocupada, debes iniciar un desahucio por vía judicial. Es un proceso legal, algo lento, pero es la única forma segura de echar a los okupas sin meterte en problemas.
Lo primero es contratar a un abogado especializado en desahucios. Él se encargará de presentar una demanda de desahucio por ocupación ilegal, que es el procedimiento establecido por la ley.
Lo bueno es que no necesitas saber quién está dentro de la vivienda. La ley permite denunciar incluso si los okupas no están identificados. Solo tienes que demostrar que la propiedad es tuya y que está ocupada sin tu permiso.
Eso sí, si compraste la vivienda ya ocupada, no puedes decir que no lo sabías. Es muy importante que en la escritura de compraventa quede claro que aceptas la situación y que tomarás medidas después.
Una vez presentada la demanda, el proceso puede tardar entre unos pocos meses y más de un año, dependiendo del juzgado y de si los okupas se oponen o no. Durante ese tiempo, no podrás acceder a la vivienda.
En resumen:
1. Necesitas un abogado
2. Se presenta una demanda de desahucio
3. No hace falta identificar a los okupas
4. El proceso es lento, pero es la única vía legal
Evitar que tu vivienda sea ocupada ilegalmente no solo es posible, sino fundamental si la propiedad va a estar vacía durante un tiempo. La prevención es clave, ya que desalojar a un okupa es un proceso largo, costoso y desgastante. Aquí te explicamos las mejores formas de proteger tu inmueble:
La primera barrera siempre debe ser física. Instalar una puerta de seguridad o una puerta antiokupas es una de las medidas más efectivas. Estas puertas están diseñadas para resistir intentos de entrada forzada y suelen disuadir a los okupas, que prefieren inmuebles de fácil acceso. También es recomendable reforzar cerraduras y ventanas, especialmente si la vivienda está en un bajo o planta baja.
Las alarmas conectadas a una central receptora ofrecen una respuesta rápida en caso de intrusión. Algunos sistemas incluso permiten actuar sin necesidad de denuncia previa, avisando directamente a la policía cuando detectan actividad. Las cámaras de vigilancia también son útiles para controlar la vivienda a distancia y añadir una capa de disuasión.
Una casa que parece vacía es más vulnerable. Puedes programar luces con temporizador, vaciar el buzón regularmente o mantener las persianas en distintas posiciones. Estos pequeños gestos dan la impresión de que la vivienda está ocupada y controlada.
Algunas aseguradoras ofrecen pólizas específicas que cubren la ocupación ilegal, incluyendo los costes legales del desahucio y, en ocasiones, los daños materiales. Aunque no evitan la okupación, te protegen económicamente si llega a producirse.
Si la vivienda está en un edificio o urbanización, informa a los vecinos o al administrador de fincas de que estará vacía por un tiempo. Su colaboración puede ser clave para detectar movimientos sospechosos y avisarte a tiempo si ven algo raro.
Sí, es legal comprar un piso ocupado si la situación se refleja en la escritura. Puede ser una buena idea desde el punto de vista de la inversión, pero conlleva riesgos legales, falta de acceso y posibles costes de desahucio que deben valorarse con cuidado.
Un okupa puede permanecer en un piso hasta que un juez ordene su desalojo, lo que puede tardar varios meses o incluso más de un año, dependiendo del caso y del colapso del juzgado. cuanto antes se inicie el proceso legal, antes se podrá recuperar la vivienda.
Sí, existen inmobiliarias especializadas en la compra y venta de pisos ocupados. Suelen trabajar con inversores y ofrecen inmuebles con precios rebajados, asumiendo que el comprador gestionará el desalojo.
Generalmente, no. Las entidades bancarias suelen rechazar la financiación de viviendas ocupadas debido al alto riesgo asociado.
Los okupas pueden causar daños en puertas, ventanas, instalaciones eléctricas, sanitarias o incluso en la estructura de la vivienda. También es común encontrar suciedad, destrozos o muebles rotos. Por lo general, el nuevo propietario debe asumir el coste de las reparaciones, salvo que se pacte lo contrario en el contrato de compraventa o se logre una indemnización judicial.