¿Te encuentras en la tesitura de querer vender tu vivienda pero tienes un inquilino con contrato en vigor? Esta situación, que a muchos propietarios les genera dudas e incertidumbres, no tiene por qué convertirse en un obstáculo infranqueable. Si te preguntas si se puede echar a un inquilino para vender el piso, la respuesta es que en la mayoría de los casos no es posible, ya que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) protege los derechos del inquilino a permanecer en la vivienda hasta el final del contrato.
Sin embargo, existen excepciones y estrategias que, con el conocimiento legal adecuado y la aplicación de tácticas de comunicación efectivas, pueden ayudarte a vender tu piso con inquilino y alcanzar tu objetivo inmobiliario. En este artículo, te guiaremos por los aspectos legales que debes conocer. Te desvelaremos las situaciones en las que sí puedes rescindir el contrato de alquiler y te ofreceremos las claves para vender tu piso con éxito, incluso si tiene un inquilino ocupando la vivienda.
En la mayoría de los casos, no es posible echar a un inquilino para vender el piso. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) protege el derecho del inquilino a permanecer en la vivienda hasta el final del contrato. Incluso si el piso se vende a un nuevo propietario.
El nuevo propietario adquiere el piso con el contrato de alquiler en vigor, lo que significa que debe respetar los derechos del inquilino y no puede obligarlo a desalojar la vivienda antes de la fecha pactada.
Vender una propiedad alquilada puede ser un desafío, pero existen varias soluciones efectivas:
Lectura recomendada: ¿Qué es el derecho de retracto?
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) actúa como un escudo protector de los derechos del inquilino, estableciendo las bases de la relación contractual entre arrendador y arrendatario. En el contexto de la venta de un piso con inquilino, es crucial comprender a fondo estos derechos para navegar por el proceso de manera legal y justa.
No obstante, la LAU contempla algunas excepciones en las que el propietario puede rescindir el contrato de alquiler antes de su vencimiento, incluso con un inquilino en la vivienda. Estas excepciones, que deben estar debidamente fundamentadas y seguir los procedimientos legales establecidos, incluyen situaciones como el impago reiterado del alquiler, el mal uso de la vivienda o la necesidad de realizar obras urgentes que impidan la habitabilidad del inmueble.
Si bien la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) protege en gran medida el derecho del inquilino a permanecer en la vivienda hasta el final del contrato, existen excepciones en las que el propietario puede rescindir el contrato antes de su vencimiento, incluso con un inquilino ocupando el piso. Es fundamental conocer estas excepciones para comprender los límites de la relación contractual y actuar de manera legal y justa.
Lectura recomendada: ¿Cómo echar a un inquilino que no paga el alquiler?
Es importante destacar que, incluso en estas excepciones, la rescisión del contrato de alquiler debe seguir un procedimiento legal específico. El propietario debe notificar al inquilino por escrito su intención de rescindir el contrato y, en caso de ser necesario, acudir a la vía judicial para obtener la resolución correspondiente.
Por ejemplo, estos son algunos casos concretos del día a día que pueden suceder entre un inquilino y un propietario:
El nuevo propietario adquiere el piso junto con el contrato de alquiler en vigor, lo que significa que debe respetar los derechos del inquilino y no puede obligarlo a desalojar la vivienda antes de la fecha pactada. El inquilino mantiene todas las condiciones y derechos establecidos en el contrato original, como la renta, la duración del contrato y las cláusulas específicas.
En algunos casos, el inquilino puede tener derecho de tanteo y retracto, lo que le otorga la posibilidad de adquirir la vivienda antes que cualquier otro comprador externo. Este derecho está regulado en la Ley de Arrendamientos Urbanos y depende de diversos factores, como la ubicación del inmueble, la fecha del contrato de alquiler y si el arrendador ha comunicado correctamente la venta al inquilino.
No, el propietario no puede subir la renta con el único objetivo de vender el piso a un precio más alto. La renta solo puede incrementarse de acuerdo con lo establecido en el contrato de alquiler o en el índice de referencia de precios del alquiler (IRPH). Si el propietario intenta subir la renta de forma injustificada, el inquilino puede impugnarla y reclamar ante las autoridades competentes.
El inquilino está obligado a permitir las visitas a la vivienda para su venta, siempre y cuando se respeten los horarios y condiciones establecidos en el contrato de alquiler. Si el inquilino se niega de forma injustificada a colaborar, el propietario puede solicitar la intervención judicial para que se le obligue a cumplir con sus obligaciones.