Sí, se puede vender una casa embargada por Hacienda, incluso si solo está parcialmente embargada. Para hacerlo, es imprescindible saldar la deuda pendiente con el importe de la venta o llegar a un acuerdo con la Agencia Tributaria antes de que se produzca una subasta. Aunque el proceso tiene algunas particularidades legales, no existe ninguna ley que impida llevar a cabo la venta mientras se respeten las condiciones establecidas.
En este artículo te explicamos:
Tener una casa embargada significa que parte de la propiedad, o la totalidad de esta, ha sido confiscada por una entidad gubernamental debido a deudas pendientes, como impuestos o deudas con la Seguridad Social. Las implicaciones de esta situación son significativas tanto para el vendedor como para el comprador.
Sí, puedes vender una vivienda embargada, ya que no existe ninguna ley en España que lo prohíba. Aunque tú no puedas hacer frente a los pagos, un comprador sí podría estar dispuesto a adquirirla y saldar las deudas pendientes como parte de la operación. Eso sí, el proceso no es tan sencillo como vender una vivienda libre de cargas.
Para que la venta sea válida, deberás cubrir la deuda existente con el dinero obtenido en la transacción. Además, tendrás que informar de la situación al comprador, quien también deberá tener en cuenta ciertos requisitos y limitaciones.
Para poder vender un piso o casa embargada en España deberás seguir los siguientes pasos:
Paso | Descripción |
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1. Evalúa la deuda | Solicita a la entidad embargante el importe exacto que debes. |
2. Informa al comprador | Debes ser transparente sobre la situación legal de la vivienda. |
3. Llega a un acuerdo de venta | Negocia con el comprador el precio de la vivienda incluyendo el pago de la deuda. |
4. Coordina con el acreedor | Asegura que el pago del comprador sirva para cancelar el embargo (normalmente, se gestiona desde notaría). |
5. Firma ante notario | Formaliza la venta, se paga la deuda y se transfiere la propiedad libre de cargas. |
Sí, es posible vender una casa con un embargo preventivo, pero no es tan simple como una compraventa tradicional. Un embargo preventivo significa que un juez ha ordenado la anotación del embargo en el Registro de la Propiedad para garantizar el pago de una deuda en curso, aunque aún no exista una resolución definitiva.
Este tipo de embargo no impide legalmente la venta del inmueble, pero sí impone una carga que debe resolverse antes o durante la transacción. El comprador debe ser plenamente informado de la existencia de esta carga, ya que el inmueble no se transmite libre de cargas automáticamente.
Esto es lo que implica vender una vivienda con embargo preventivo:
Y, ¿Qué opciones existen? Veámoslo en esta tabla:
Opción | ¿Qué implica? |
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Cancelar el embargo antes de vender | El propietario paga la deuda y solicita la cancelación en el Registro de la Propiedad. |
Vender informando del embargo | Se pacta con el comprador que parte del pago se destinará a cancelar la deuda, generalmente desde la notaría. |
Esperar resolución judicial | En algunos casos, se opta por esperar a que el proceso judicial finalice y se levante el embargo (menos habitual si urge la venta). |
Comprar una casa embargada puede resultar atractivo por su precio reducido, pero es esencial analizar la operación con cautela. Este tipo de viviendas conllevan ciertas implicaciones legales y financieras que pueden influir en tu experiencia como comprador.
A continuación, te mostramos una comparativa clara entre las ventajas y los riesgos de adquirir una propiedad embargada:
✅ Ventajas | ⚠️ Riesgos |
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Precio inferior al valor de mercado | Posibles cargas o deudas ocultas |
Oportunidad de inversión | Estado deficiente del inmueble |
Menor competencia en la compra | Dificultad para conseguir financiación |
Potencial de revalorización | Procesos legales más largos y complejos |
Posibilidad de negociar con la entidad | Información limitada sobre la historia de la vivienda |
💡 Consejo: Antes de dar el paso, solicita una nota simple del Registro de la Propiedad, revisa si hay cargas activas y asegúrate de contar con asesoramiento jurídico especializado.
Este análisis previo puede marcar la diferencia entre una gran oportunidad y una compra llena de complicaciones.
Comprar una casa embargada puede ser una buena oportunidad para conseguir un inmueble a un precio por debajo del mercado, pero no está exenta de riesgos. Antes de lanzarte a una operación de este tipo, es fundamental conocer los posibles inconvenientes que podrían aparecer durante o después de la compra.
Los principales riesgos a tener en cuenta son:
Antes de comprar una vivienda embargada, asegúrate de:
Invertir en este tipo de propiedades puede ser rentable, pero siempre que sepas exactamente en qué situación se encuentra la vivienda. La información y el asesoramiento profesional son tus mejores aliados para evitar problemas.
El precio de venta de una casa embargada suele ser más bajo que el de una propiedad convencional. El vendedor, en este caso, busca recuperar la deuda pendiente, por lo que puede estar dispuesto a reducir el precio. No obstante, es importante recordar que la negociación es fundamental, ya que existen casos en los que el banco o entidad embargante podría ser inflexible en los términos.
La negociación en la compra de una casa embargada requiere una comprensión profunda de la situación financiera del vendedor, un buen conocimiento del mercado inmobiliario y la capacidad de realizar un acuerdo favorable. Al estar obligado a informar de la situación de la vivienda al comprador, este será el que tenga el poder de regateo.
La venta de una vivienda embargada puede ser un proceso complejo, pero con la estrategia adecuada, puedes maximizar tus posibilidades de éxito.
Antes de poner tu propiedad en el mercado, es clave conocer la cantidad de deuda pendiente. Esto te permitirá establecer un precio de venta realista y comprender tus opciones.
Asegúrate de tener toda la documentación relevante, incluyendo los detalles del embargo y cualquier comunicación con la entidad embargante. Esto aportará transparencia y confianza al comprador potencial.
Si la propiedad necesita reparaciones, considera llevar a cabo las más críticas para aumentar su atractivo. Una vivienda en mejores condiciones atraerá a compradores más dispuestos a negociar el precio de compra de la vivienda.
En abril de 2025, un comprador adquirió un piso embargado en Alba de Tormes, Salamanca, a través de una oferta publicada. La vivienda, de 90m² y tres habitaciones, estaba listada por 65.000 €, un precio significativamente inferior al valor de mercado estimado en 85.000€.
Detalles de la operación:
Este caso demuestra que, con la información adecuada y una evaluación cuidadosa, es posible adquirir viviendas embargadas a precios atractivos, ofreciendo oportunidades tanto para compradores particulares como para inversores.
Hoy la vivienda está valorada en 87.000€, generando una plusvalía potencial de más de 12.000€ en menos de un año, sin contar que ha sido alquilada por 480€/mes, generando ingresos desde el mes siguiente a la reforma.
Sí, es posible evitar la subasta si vendes la propiedad antes de la fecha señalada y utilizas el importe de la compraventa para liquidar la deuda pendiente. De esta manera, evitarás que la vivienda sea subastada por Hacienda.
Sí, una propiedad embargada se puede vender siempre que el comprador acepte asumir o liquidar la deuda pendiente en el momento de la compraventa. Es fundamental informar al comprador de la situación para garantizar una transacción legal y transparente.
El embargo prescribe a los 4 años si lo dicta Hacienda y a los 5 años si lo dicta una entidad privada, siempre que no se haya interrumpido el proceso con alguna actuación.
Pagando la deuda o llegando a un acuerdo con la Agencia Tributaria. Una vez liquidada, Hacienda debe cancelar el embargo en el Registro de la Propiedad.
En primer lugar debes conocer el importe de la deuda, informar al comprador, acordar que esta se salde con la venta y asegurarte de que la cancelación quede registrada legalmente.