En 2025, la tasa de basuras sube en toda España y suele rondar los 100–150 € al año, con ciudades que pagan incluso más. El aumento se debe a la Ley 7/2022, que obliga a financiar el coste real de la gestión de residuos. La imposición viene de la UE y el Estado, y cada ayuntamiento aplica la tasa en su municipio.
En síntesis:
La tasa suele costar entre 100 € y 150 € al año.
Sube porque ahora debe cubrir el coste real del servicio.
La obligación proviene de la UE y del Estado.
La tasa la aplica cada ayuntamiento en su municipio.
¿Cuánto se paga por la tasa de basuras en España?
La tasa de basura, también denominada tasa de residuos, es un tributo municipal que pagan propietarios o inquilinos de viviendas y actividades económicas. Su finalidad es cubrir el coste real de los servicios de recogida, transporte y tratamiento de los residuos urbanos.
Desde 2025, todos los ayuntamientos están obligados por la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados a implantar una tasa específica que financie íntegramente estos servicios, en cumplimiento además de la normativa europea.
De este modo, estos son los propósitos de la existencia de la tasa de basura:
Financiar los servicios de residuos: permite a los municipios cubrir los costes de recogida de basura, limpieza viaria, transporte y tratamiento en plantas de reciclaje o vertederos. Sin ella, estos gastos dependerían del IBI u otros impuestos no vinculados al servicio.
Aplicar el principio europeo “quien contamina, paga”: La legislación obliga a que el coste de los residuos recaiga en quienes los generan. Esto incentiva comportamientos más responsables y evita déficits crónicos en la gestión municipal.
Fomentar sostenibilidad y reciclaje: Parte de la recaudación se destina a programas de reciclaje, separación en origen y educación ambiental, lo que mejora las tasas de recuperación y reduce el uso de vertederos.
Proteger la salud pública: Una gestión de residuos eficiente evita problemas de higiene, proliferación de plagas, malos olores y contaminación.
Mejorar la calidad urbana: Calles más limpias y sistemas de contenedores bien mantenidos contribuyen a un entorno más seguro, agradable y funcional.
Cumplir la normativa nacional y europea: La tasa permite que los ayuntamientos cumplan los objetivos legales de reducción de residuos, reciclaje y financiación del servicio según exigen la UE y la legislación española.
¿Cuánto se paga por la tasa de basuras en España?
En España no existe un precio único para la tasa de basuras: cada ayuntamiento fija su importe en función de los costes de recogida y tratamiento de residuos. Por eso, los precios pueden variar mucho entre municipios, desde cantidades moderadas hasta importes muy elevados en 2025.
En general, la tasa se calcula en función de factores como:
Tipo de propiedad (vivienda, local comercial, oficina, almacén…).
Tamaño o valor catastral del inmueble.
Frecuencia del servicio de recogida y tipo de tratamiento.
Servicios adicionales: reciclaje, puntos limpios, recogida selectiva, etc.
Las diferencias entre ciudades son muy marcadas. Por ejemplo, un informe reciente sitúa la media nacional en torno a 120€ anuales, pero con capitales que pagan menos de 60€ y otras que superan los 250€.
A modo orientativo (sin contar aún la subida de 2025 en detalle):
Zonas pequeñas o municipios con menor coste del servicio: entre 40€ y 80€ al año.
Ciudades medianas: entre 90€ y 150€.
Grandes ciudades: algunas oscilan entre 120€ y más de 200€, dependiendo del modelo y del valor catastral.
¿Cómo se calcula la tasa de basuras?
La forma de calcular la tasa de basuras en España depende de cada ayuntamiento, ya que los municipios tienen autonomía para diseñar sus propias ordenanzas fiscales y fijar los criterios de cobro. Aun así, existen factores comunes que suelen influir en el cálculo de la tasa, especialmente desde la entrada en vigor de la Ley 7/2022, que obliga a que esta financiación cubra el coste real del servicio.
Entre los elementos más habituales que determinan el importe final se encuentran:
Tipo de propiedad: Las tarifas suelen diferenciar entre viviendas, locales comerciales, oficinas, naves industriales o establecimientos hosteleros. En general, actividades económicas y comercios pagan más debido a su mayor volumen de residuos.
Tamaño o valor catastral del inmueble: Muchos municipios vinculan parte de la cuota al valor catastral o a la superficie de la propiedad: cuanto mayor es el inmueble, mayor puede ser la tasa aplicada.
Cantidad y tipo de residuos generados: Los modelos más avanzados —cada vez más presentes en España— incorporan criterios de pago por generación, ajustando la tarifa según los residuos que produce cada hogar o negocio. Esto permite incentivar el reciclaje y la reducción del volumen de residuos.
Frecuencia del servicio de recogida: Zonas con recogidas más frecuentes, turnos extra o servicios especiales (como retirada puerta a puerta) tienden a tener tasas más altas para cubrir esos costes adicionales.
Servicios adicionales incluidos: Programas de reciclaje selectivo, puntos limpios, compostaje comunitario, recogida específica de voluminosos o residuos orgánicos pueden incrementar el coste asociado a la tasa.
¿Cómo se determina la cuota final?
En la mayoría de los municipios, la tasa resulta de una combinación de:
Una parte fija, relacionada generalmente con el valor catastral, el tipo de inmueble o el coste básico del servicio.
Una parte variable, ligada a la generación de residuos, al número de ocupantes o a indicadores de calidad del reciclaje.
El detalle exacto siempre aparece en la Ordenanza Fiscal Municipal de cada ayuntamiento, que establece las tarifas y el método de cálculo aplicable a cada tipo de propiedad.
Sí. La tasa de basuras es un tributo municipal obligatorio en prácticamente todos los ayuntamientos de España desde 2025, ya que la Ley 7/2022 de residuos exige que los municipios financien íntegramente la recogida y tratamiento de residuos mediante una tasa específica.
Esto significa que, una vez aprobada en la ordenanza fiscal municipal, su pago es obligatorio para propietarios, y en algunos municipios también para inquilinos si así se establece en el contrato o normativa local.
El impago genera recargos, intereses, procedimiento de apremio e incluso embargo si la deuda persiste, como ocurre con cualquier tributo municipal.
Aclaración importante: Algunos ayuntamientos usaban antiguamente un “impuesto de basuras”, pero tras la Ley 7/2022 la figura que debe aplicarse es una tasa, no un impuesto, porque debe estar vinculada a un servicio prestado. Por tanto, en 2025 lo obligatorio es la tasa municipal de residuos.
¿Existen requisitos para no pagar la tasa de basuras en 2025?
En general, no se puede dejar de pagar la tasa si se es sujeto obligado (propietario o titular del inmueble). Sin embargo, sí existen casos en los que se pueden aplicar bonificaciones o exenciones, dependiendo de la ordenanza de cada ayuntamiento. No son automáticas ni universales: cada municipio decide.
Las situaciones más habituales son:
Viviendas con familias vulnerables o con ingresos inferiores a determinados umbrales.
Personas mayores con pensiones mínimas o situaciones especiales de dependencia.
Inmuebles desocupados sin suministro de agua y sin generación real de residuos, aunque esto varía mucho por municipio.
Actividades económicas con reciclaje acreditado o reducción demostrada de residuos (en modelos de pago por generación).
Titulares de viviendas sociales o protegidas, si la ordenanza local lo contempla.
¿Cuánto y por qué ha subido la nueva tasa de basuras en 2025? Principales casos de Madrid, Barcelona y València
El año 2025 marca un punto de inflexión en lo que pagan los ciudadanos por la tasa de basuras. Aunque este tributo existía desde hace décadas, en muchos municipios estaba infradotado o incluso había desaparecido. La Ley 7/2022 de residuos, en vigor plenamente desde 2025, obliga por primera vez a que toda la recogida y tratamiento de residuos se financie con una tasa específica que cubra el 100% del coste del servicio.
¿Cuánto se pagaba antes?
En muchas ciudades, la tasa llevaba años congelada.
Otros ayuntamientos la financiaban parcialmente con el IBI, por lo que el coste no recaía en quien generaba los residuos.
Y en lugares como Madrid, la tasa directamente no existía, por lo que el salto ha sido de 0€ a más de 100€ anuales.
El coste medio nacional antes de la reforma estaba por debajo de 100€, con muchas ciudades entre 40–90€.
¿Por qué sube ahora?
Porque desde 2025 todos los ayuntamientos deben:
Actualizar la tasa para cubrir gastos reales de recogida, transporte y tratamiento.
Cumplir el principio europeo quien contamina, paga.
Adaptarse a nuevos objetivos de reciclaje, más exigentes y costosos.
Financiar infraestructuras de tratamiento más complejas (plantas, compostaje, reciclaje…).
El resultado: subidas generalizadas, algunas graduales… y otras muy bruscas.
Madrid: de pagar 0 € a más de 140€ al año
Hasta 2024 la mayoría de viviendas no pagaban tasa de basuras en la Comunidad de Madrid.
En 2025 se implanta la nueva Tasa de Gestión de Residuos (TGR).
El importe medio supera los 140€, dependiendo del valor catastral y del reciclaje del barrio.
Es una de las subidas más polémicas del país porque supone un coste totalmente nuevo para millones de hogares.
Barcelona: subidas moderadas para hogares, fuertes para negocios
La tasa ya existía, pero en 2025 la AMB aplica un incremento del 10% para viviendas.
El promedio para una familia pasa a estar entre 110€ y 160€, según municipio y tramo.
Los negocios sufren la mayor subida: +40% en 2025, dentro de un plan de aumentos hasta 2027.
Valencia: la capital más cara de España en 2025
La tasa municipal aumenta más del 30%, situándose en torno a 287€ anuales para un hogar tipo.
A esto se suma la subida de la tasa TAMER (tratamiento) en el área metropolitana, que añade más carga al recibo del agua.
Es el caso más extremo de subida y el que más revuelo ha generado.
En síntesis:
Hasta 2024 muchas ciudades en España pagaban tasas de basuras bajas (menos de 100 € al año) o ninguna tasa específica.
En 2025 la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados obliga a que las tasas municipales cubran el coste real de la recogida, tratamiento y disposición de residuos, provocando subidas generalizadas en el país.
Según estimaciones, la tasa media para una vivienda tipo en España se sitúa en torno a 120€ al año, aunque con variaciones muy amplias.
En los municipios con tasas más modestes se pueden ver importes de 40€–80€, mientras que en otros donde el servicio es más completo o el valor catastral más alto los importes ya superan los 200€–300€.
La dispersión geográfica es muy significativa, lo que hace que en España convivan tanto municipios con cargas moderadas como otros con costes muy elevados.
Referencias
Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular: https://www.boe.es/
La tasa de basuras incluyen la recogida, el transporte, el tratamiento y la eliminación de los residuos urbanos, además de la limpieza viaria, el mantenimiento de contenedores, la gestión de puntos limpios y, en muchos casos, programas de reciclaje, compostaje y educación ambiental.
¿Las tasas de basuras pueden cambiar cada año?
Las tasas de basuras pueden ser revisadas y ajustadas anualmente por los ayuntamientos. Estos ajustes pueden deberse a cambios en la gestión de residuos y reciclaje en la comunidad.
¿Quién debe pagar la tasa de basuras en un alquiler?
Por lo general, el propietario del inmueble es responsable de pagar la tasa de basuras, aunque puede repercutir el coste al inquilino en el contrato de alquiler.
¿Quién ha impuesto la tasa de basuras?
El pago de la tasa de basuras viene obligada por la normativa estatal y europea. En concreto, la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, que aplica directrices de la Unión Europea, exige que todos los ayuntamientos de España establezcan una tasa que cubra el 100 % del coste real de la recogida y tratamiento de residuos.
¿Cómo reclamar la tasa de basuras?
Debes presentar un escrito de alegaciones o recurso de reposición ante tu ayuntamiento antes del mes desde la notificación del recibo. Debes aportar documentación que acredite el error y puedes hacerlo por sede electrónica o en el registro municipal. Sin embargo, es obligatorio pagar la tasa para evitar recargos, si la reclamación prospera el ayuntamiento devolverá o compensará el importe cobrado indebidamente.
Alvaro G.
Con más de 8 años de experiencia en redacción, Álvaro se ha convertido en un especialista en consultoría inmobiliaria. Se centra especialmente en publicaciones relacionadas con la evolución del mercado inmobiliario en España, así como en cuestiones de compra, venta e inversión de inmuebles. Su experiencia en bienes raíces le permite compartir información valiosa para ayudar a las personas a tomar decisiones acertadas en este tipo de transacciones.
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