Los has visto cientos de veces en películas, noticias y reportajes, especialmente los que tratan sobre los Estados Unidos de América. En España también hay algunos. Sin duda, son los edificios que más sorprenden a los viandantes y que más impacto tienen en el estilo visual de una ciudad de forma global. En este post vamos a hablar de rascacielos, esas impresionantes obras de arquitectura que se alzan majestuosamente en el horizonte de las ciudades de todo el mundo. Estos imponentes edificios se caracterizan por su gran altura y su capacidad para albergar una gran cantidad de espacio habitable o de oficinas en un espacio vertical limitado. Pero, ¿qué define exactamente a un rascacielos? Sigue leyendo para saber más sobre estas edificaciones.
La definición de un rascacielos puede variar según la región y las normativas locales, pero en general, se considera un edificio de gran altura que se destaca significativamente en comparación con su entorno urbano. Su diseño y construcción se centran en la optimización del espacio vertical, lo que permite aprovechar al máximo la superficie de la parcela en áreas urbanas densamente pobladas.
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El nombre empezó a utilizarse por primera vez durante la década de 1880, poco después de que se construyeran los primeros rascacielos, en los Estados Unidos. El desarrollo de los rascacielos se produjo como resultado de la coincidencia de varios desarrollos tecnológicos y sociales.
La clasificación de un edificio como rascacielos no se basa únicamente en su altura absoluta, sino también en su relación con la altura de los edificios circundantes. En la mayoría de los casos, un edificio se considera un rascacielos si supera significativamente la altura promedio de los edificios de la zona.
Y lo cierto es que no hay una Ley de la vivienda ni un acuerdo común sobre a partir de qué altura un edificio alto es un rascacielos. El primer edificio moderno del mundo considerado hoy en día como tal fue el Home Insurance Building de Chicago, terminado en 1884 y demolido en 1931. Con sus 10 pisos y 42 metros de altura, hoy en día no entraría dentro del concepto de edificio de gran altura, pero su estructura interna de acero sin duda fue un hito en la época.
Hacia 1880, el término rascacielos aplicaba a edificios de entre 10 y 20 plantas, aunque nuevas técnicas constructivas exigen más de 40 o 50 pisos.
En España, no existe una altura mínima establecida para considerar un edificio como rascacielos. Sin embargo, en otros países, como Estados Unidos, la altura mínima requerida para esta categoría puede variar desde los 100 metros hasta los 150 metros. En realidad, para considerar a un edificio como “rascacielos”, lo importante es cómo de alto es en relación con su anchura.
De mayor altura a menor altura, el Top 10 de los rascacielos más altos del mundo se organiza así:
España cuenta con varios rascacielos siendo uno de los países que destaca en el panorama europeo contando varias ciudades españolas con su propio skyline. Las ciudades como Madrid y Barcelona son las que más rascacielos tienen, y las que antes empezaron a tenerlos. Aunque, no podemos olvidarnos de Benidorm, que es una de las ciudades de Europa con mayor número de rascacielos.
Con el paso del tiempo se han ido construyendo nuevas edificaciones hasta formar nuevos núcleos de rascacielos, como el parque empresarial CTBA en Madrid, junto al paseo de la Castellana, sede de los cuatro edificios más altos del país. El más alto es la Torre de Cristal con 249 metros de altura distribuidos en 50 plantas. Su vecina, la Torre Cepsa, le sigue de muy cerca, con 248 metros y 49 pisos.
La construcción de rascacielos ha sido testigo de una evolución constante en las últimas décadas, impulsada por avances tecnológicos y la búsqueda de eficiencia y sostenibilidad. Algunas de las innovaciones más destacadas en la construcción de rascacielos incluyen:
Estas innovaciones en la construcción de rascacielos no solo han permitido la creación de estructuras más altas y espectaculares, sino que también han mejorado la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad de estos icónicos edificios en el horizonte urbano. La combinación de tecnología y diseño avanzado continúa impulsando la evolución de los rascacielos en todo el mundo.
El primer rascacielos conocido es el Home Insurance Building en Chicago, construido en 1885. Marcó el comienzo de la era de los rascacielos modernos.
Los materiales más comunes son el acero y el concreto debido a su resistencia y versatilidad. Sin embargo, se están explorando materiales más ligeros y sostenibles.
En la actualidad, la Torre Cepsa en Madrid ostenta el título de rascacielos más alto de España, con más de 248 metros de altura.
El tiempo de construcción varía según la altura y la complejidad del edificio, pero puede llevar varios años: desde tres hasta más de una década.
Los rascacielos pueden transformar radicalmente el skyline de una ciudad, aportando un elemento distintivo y a menudo espectacular al entorno urbano.
Los rascacielos modernos están diseñados para ser más eficientes energéticamente, utilizando tecnologías como paneles solares y sistemas de reciclaje de agua para reducir su huella ecológica.
La seguridad es una prioridad en la construcción de rascacielos, con sistemas avanzados de prevención de incendios y evacuación, así como estrictas normativas de construcción.
Los rascacielos desempeñan diversas funciones, desde albergar oficinas y viviendas hasta servir como iconos arquitectónicos y puntos de referencia en una ciudad.