En los últimos años, el paisaje arquitectónico de las ciudades españolas ha experimentado un cambio significativo. Antes, nos podíamos encontrar con edificaciones tradicionales, mientras que ahora, desde hace pocos años, se presenta un nuevo panorama. La llegada de la vivienda tipo penthouse a las ciudades españolas evoca un interés tanto en ciudadanos nacionales, como en extranjeros que buscan invertir en un mercado inmobiliario único.
Esta forma de vivienda se enfoca en el lujo, la exclusividad y las vistas panorámicas. Pero, ¿qué es exactamente un penthouse? ¿En qué se diferencia de un ático tradicional? Este artículo tiene como objetivo clarificar estos conceptos y brindar una perspectiva detallada sobre el encanto y la singularidad de los penthouses en el mercado español.
La palabra penthouse proviene del antiguo término inglés “pentis”, que se refería a un anexo o construcción adicional en un edificio. Este generalmente es levantado en la estructura principal. A lo largo del tiempo, en contextos urbanos y principalmente en grandes ciudades, estas viviendas estaban ubicadas en la parte superior de los edificios, ofreciendo una posición elevada y privilegiada sobre el entorno circundante.
Este tipo de viviendas tiene unas características peculiares que vamos a contarte a continuación:
Mientras que en muchos contextos, los términos “ático” y “penthouse” pueden usarse indistintamente, en el mercado inmobiliario español, podemos encontrarnos algunas diferencias significativas.
Penthouse | Ático tradicional | |
Ubicación | Se encuentra en la parte superior del edificio y ocupa toda la planta. | Se encuentra en la parte superior del edificio y no tiene la necesidad de ocupar toda la planta. |
Exclusividad y Lujo | Generalmente, mantienen un diseño moderno, con grandes espacios y un lujo considerable. | Apartamentos ubicados en el último piso, sin necesidad de tener un alto grado de lujo. |
Precio | Debido a su exclusividad, tienen un precio mucho más alto. | Los áticos tradicionales tienen un precio más económico. |
En resumen, aunque ambos términos se refieren a viviendas ubicadas en las alturas de los edificios, el penthouse lleva consigo una connotación de lujo, espacio y exclusividad que no siempre se atribuye a los áticos tradicionales.
Vivir en un penthouse representa una elección que va más allá de la simple decisión de adquirir una vivienda. Significa optar por un estilo de vida que, como hemos hablado en este artículo, conjuga lujo, comodidad y una perspectiva única del entorno.
Residir en un penthouse ofrece la oportunidad de disfrutar de vistas panorámicas, ya sea del horizonte urbano, paisajes naturales o la costa, dependiendo de su ubicación. Las amplias ventanas y la posición elevada permiten que la luz natural inunde el espacio, creando un ambiente luminoso y proporcionando una sensación de estar conectado con el entorno, a pesar de estar en el corazón de la ciudad.
Al estar ubicado en la parte superior del edificio, los residentes de un penthouse tienen menos vecinos directos, lo que reduce las posibles molestias. Además, muchos cuentan con ascensores privados o entradas separadas, garantizando una mayor privacidad.
Las amplias terrazas no solo ofrecen vistas espectaculares, sino que también funcionan como extensiones del espacio interior, ideales para el entretenimiento, la relajación o incluso la jardinería urbana. Además, la posibilidad de contar con amplios espacios abiertos facilita una mejor circulación del aire, proporcionando frescura y renovación del ambiente interior.
Los penthouse, debido a su naturaleza exclusiva y las características premium que ofrecen, suelen mantener su valor en el mercado y, en muchos casos, incluso apreciarse con el tiempo. Las viviendas penthouse tienen un gran valor, por lo que si algún día se plantea alquilarla, es muy probable que la rentabilidad del alquiler sea realmente elevada.
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Los penthouse han evolucionado en diseño y características para adaptarse a diferentes estilos de vida y necesidades. Existen varios tipos con sus particularidades y encantos. A continuación, te presentamos los más comunes.
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Además del precio de compra, se deben tener en cuenta los impuestos (como ITP o IVA), tarifas de notario, gastos de registro, gastos de comunidad (que pueden ser más altos debido a las prestaciones adicionales), y cualquier otro gasto asociado con la compra de bienes inmuebles.
Aunque poseer un penthouse puede otorgar cierta libertad para realizar reformas, es importante recordar que cualquier modificación debe cumplir con las normativas locales y, en edificios con comunidades de propietarios, podría requerir la aprobación de la comunidad.
Si bien los penthouses tienen un nicho de mercado más específico debido a su precio y características, su exclusividad y demanda pueden facilitar una venta, especialmente si están en ubicaciones codiciadas y bien mantenidos.
La mayoría de las instituciones financieras en España ofrecen hipotecas para la compra de penthouses, aunque las condiciones y tasas pueden variar en función del valor de la propiedad y la situación financiera del comprador.
Algunas desventajas potenciales pueden incluir: precios más elevados, mayor exposición a elementos climáticos, costes de mantenimiento elevados. Asimismo, es posible que algunas viviendas penthouse se ubiquen en edificios sin ascensor o con ascensores lentos y viejos, por lo que se tarda un tiempo mayor en llegar a la entrada de la vivienda.