En un mundo cada vez más poblado, las ciudades se han convertido en centros de alta densidad habitacional. En este contexto, las viviendas colectivas han surgido como una solución efectiva para alojar a un gran número de personas en un espacio limitado. Pero, ¿qué es exactamente una vivienda colectiva?
En este artículo definiremos este concepto, además de explicarte las tipologías que existen en la actualidad.
Una vivienda colectiva se refiere a cualquier tipo de residencia que es compartida por varias personas o familias, normalmente en un edificio de múltiples unidades. Estas viviendas pueden variar en tamaño y disposición, pero todas tienen una cosa en común: ofrecen un lugar donde varias personas pueden vivir juntas, compartiendo ciertos espacios y recursos comunes.
Este tipo de inmuebles empezaron a surgir a finales del siglo XIX, cuando se produjo el primer gran éxodo de habitantes del campo a la ciudad. Al aumentar significativamente la demanda de residencia, fue necesario buscar soluciones y, en este caso, fueron las viviendas colectivas.
Por ejemplo, bloques de pisos para obreros. Este tipo de vivienda ha ido evolucionando y adaptándose con los cambios sociales y económicos. Actualmente, existen muchos tipos de viviendas colectivas, desde lujosos bloques de apartamentos hasta residencias de estudiantes.
Como todo tipo de inmueble, una vivienda colectiva tiene sus características propias:
Este tipo de viviendas se diseñan y estructuran de manera que se pueda optimizar el espacio para acomodar a más personas. Típicamente, estas casas constan de varias unidades individuales, cada una con su propio espacio de vida privado, como dormitorios y baños. Sin embargo, también pueden incluir áreas comunes como cocinas, salas de estar, áreas de lavado y espacios al aire libre.
Otro aspecto distintivo de las viviendas colectivas es su énfasis en la vida comunitaria. Los residentes a menudo participan en la toma de decisiones colectivas y se involucran en actividades comunitarias, fomentando así un fuerte sentido de comunidad.
Esta interacción social puede proporcionar un apoyo valioso y puede mejorar la calidad de vida de los residentes.
En la actualidad, se pueden dividir las viviendas colectivas según tipologías. Como hemos mencionado anteriormente, estas se adaptan según evoluciona la sociedad. Así que, probablemente, en pocos años podría haber incluso nuevos tipos dentro de la clasificación.
Los bloques de apartamentos son una forma común de vivienda colectiva, especialmente en las ciudades. Cada uno consta de varias unidades individuales, cada una de las cuales proporciona un espacio de vida independiente para una persona o una familia. Los bloques de apartamentos pueden variar en tamaño, desde pequeños edificios con solo unas pocas unidades hasta grandes complejos con cientos de apartamentos.
Las VPO son un tipo de vivienda colectiva que está subvencionada por el gobierno para proporcionar alojamiento asequible a personas con bajos ingresos. Estas viviendas son normalmente de tamaño pequeño a medio y se ubican en edificios de varias unidades.
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Estas proporcionan alojamiento a los estudiantes universitarios o de estudios superiores. Se pueden encontrar tanto dentro de campus universitarios, como en ciudades donde hay varios centros educativos. A menudo incluyen instalaciones compartidas como cocinas, salas de estudio, y áreas de recreación.
Las comunidades colectivas son un tipo de vivienda colectiva en la que los residentes comparten no solo el espacio físico, sino también los recursos y las responsabilidades. Estas comunidades pueden ser co-hogares, ecoaldeas, o cooperativas de vivienda, y a menudo se rigen por principios de sostenibilidad, igualdad, y colaboración.
Las residencias de personas de tercera edad, también conocidas como hogares de ancianos o residencias geriátricas, son un tipo de vivienda colectiva diseñada especialmente para atender las necesidades de las personas mayores.
Estas proporcionan un entorno seguro y cuidado profesional continuo para aquellos que tienen dificultades para vivir de manera independiente. Además, cuentan con una amplia gama de servicios, como asistencia médica, actividades recreativas, comidas y apoyo emocional.
Un nuevo formato de vivienda colectiva es el llamado “co-living”. Ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente entre los trabajadores en remoto, emprendedores y jóvenes profesionales. En un co-living los residentes comparten espacios comunes como cocinas, salones, áreas de trabajo e incluso, en algunos casos, habitaciones para una mayor rentabilidad. Aunque cada residente tiene su propio espacio privado, las áreas comunes fomentan la interacción y la creación de una comunidad.
La vivienda colectiva ha jugado un papel fundamental en la evolución de la arquitectura urbana. Aquí se presentan algunos ejemplos destacados:
Vivir en este tipo de edificios puede tener sus ventajas y también sus inconvenientes.
La principal diferencia entre una vivienda colectiva y una unifamiliar radica en el número de unidades habitacionales y la disposición de las mismas. Mientras que una vivienda unifamiliar está diseñada para ser habitada por una sola familia y se encuentra aislada de otras viviendas, una vivienda colectiva alberga múltiples unidades habitacionales en un mismo edificio o complejo, habitadas por distintas personas o familias.
Antes de mudarse a este tipo de edificio, es importante considerar factores como la privacidad, la gestión de los espacios comunes, las normas de convivencia y los gastos de mantenimiento. También puede ser útil conocer la opinión de los actuales residentes sobre la administración de la propiedad y la convivencia en el edificio. Asimismo, es conveniente tener en cuenta que no es lo mismo arrendar una propiedad en este tipo de inmuebles que comprarla.
La convivencia en una vivienda colectiva se gestiona mediante reglas y normativas establecidas por la administración del edificio o por los propios residentes. Estas reglas pueden abordar aspectos como el uso de espacios comunes, horarios de silencio, políticas de mascotas, entre otros. El cumplimiento de estas normas es fundamental para asegurar una convivencia armónica entre los residentes.