En el mercado inmobiliario español, los aranceles desempeñan un papel fundamental en las transacciones de compraventa y alquiler de propiedades. Comprender qué son y cómo te pueden afectar estas operaciones es esencial si estás pensando en comprar, vender o bien arrendar algún bien inmobiliario. En este artículo, abordaremos en profundidad el concepto de arancel, su significado y cómo se aplica.
Un arancel es una tarifa o derecho que se paga por un servicio específico proporcionado por un profesional. Por ejemplo, se paga un arancel a un notario, un registrador de la propiedad o bien a un procurador, cuando hay una transacción legal o administrativa.
Los aranceles vienen marcados por el Estado, y su objetivo principal es regular y estandarizar los honorarios que estos profesionales cobran por sus servicios. Estos pueden variar en función de la complejidad de la transacción y del valor de la propiedad involucrada.
En el mundo inmobiliario, los aranceles son una parte importante de los costes asociados a las transacciones más habituales. Algunos de los servicios más comunes en los que se aplican los aranceles son:
Los aranceles se aplican a diversos servicios proporcionados por profesionales del sector inmobiliario. Los más comunes están relacionados con los notarios, registradores de la propiedad y procuradores.
Los notarios son profesionales del derecho que intervienen en la formalización de documentos y actos jurídicos, como la redacción de escrituras públicas o la firma de contratos de compraventa. Se tratan de las tarifas que pueden cobrar por sus servicios. Estos aranceles están regulados por el Estado, concretamente a través del Real Decreto 1426/1989, de 17 de noviembre. Se calculan en función del valor de la propiedad y la complejidad de la transacción.
Los registradores son los responsables de mantener y actualizar el Registro de la Propiedad. Se trata de un registro público que contiene información sobre la titularidad y derechos reales sobre bienes inmuebles. Los aranceles registrales son las tarifas que los profesionales de este ámbito pueden cobrar por sus servicios. Estos pueden ser la inscripción de una escritura pública o la expedición de una nota simple informativa. Al igual que los aranceles notariales, los aranceles registrales también están regulados por el Estado y varían según el valor de la propiedad y la complejidad de la inscripción.
Los procuradores son profesionales del derecho que representan a las partes en un proceso judicial, actuando como intermediarios entre los abogados y los tribunales. En el ámbito inmobiliario, los procuradores pueden intervenir en litigios relacionados con propiedades, como desahucios o reclamaciones por impago de rentas.
Los aranceles de procuradores son las tarifas que estos profesionales pueden cobrar por su representación y gestión de los asuntos judiciales. Estos aranceles también están regulados por el Estado, en este caso, a través del Real Decreto 1373/2003 de 7 de noviembre. Los aranceles también se calculan en función de la cuantía del proceso y otros factores establecidos en la normativa aplicable.
Es importante diferenciar procurador de abogado: este primero se encarga de representar al cliente en un juicio, mientras que el abogado tiene la función de asesorar.
Los aranceles tienen un impacto directo en las transacciones inmobiliarias, ya que representan una parte significativa de los costes asociados a la compra, venta o alquiler de propiedades. Estos son los más comunes y que debes tener en cuenta antes de cerrar un trato.
En una transacción de compraventa, tanto el comprador como el vendedor se ven obligados a asumir costes derivados de los aranceles.
El comprador paga los aranceles notariales asociados a la firma de la escritura pública de compraventa y los aranceles registrales para la inscripción de la propiedad en el Registro de la Propiedad.
Por otro lado, el vendedor tendrá que hacerse cargo de los aranceles notariales si necesita cancelar una hipoteca existente sobre la propiedad.
En el caso del alquiler, los aranceles no suelen tener un impacto tan directo como en las compraventas. Sin embargo, si se requiere la intervención de un procurador para resolver litigios entre inquilinos y propietarios, como desahucios o impagos de rentas, estos podrían incrementar los costes asociados al alquiler.
Cuando se solicita una hipoteca para financiar la compra de una propiedad, también hay que hacerse cargo de ciertos aranceles notariales y registrales.
Estos suelen estar relacionados con la formalización de la escritura de la hipoteca y su inscripción en el Registro de la Propiedad.
Lectura recomendada: ¿Cómo valorar una vivienda para pedir una hipoteca?
Es importante tener en cuenta que los aranceles no son los únicos costes asociados a las transacciones inmobiliarias. También pueden existir otros costes, como impuestos, comisiones de agencias inmobiliarias o tasas de gestoría.
Conocer qué tipo de aranceles existen es clave y te permitirá calcular correctamente el precio total de una transacción inmobiliaria.
El cálculo de los aranceles en una transacción inmobiliaria puede ser complejo, ya que depende de diversos factores y de la normativa aplicable en el momento concreto. Asimismo, también pueden variar en función del tipo de propiedad. A continuación, detallamos los aranceles dependiendo de qué parte de la transacción te encuentres.
Si eres comprador, tendrás que asumir los aranceles notariales. Estos se calcularán basándose en el valor de la propiedad y la complejidad de la transacción. Las tarifas notariales están establecidas en una escala decreciente, lo que significa que el porcentaje aplicado disminuye a medida que aumenta el valor de la propiedad. Para calcular el arancel notarial, es necesario consultar la normativa vigente y aplicar las tarifas correspondientes al valor de la propiedad y a la naturaleza del acto jurídico.
Asimismo, deberás asumir los aranceles registrales, y también varían siguiendo las mismas características que los anteriores. Para hacerte una idea, puedes consultar la legislación vigente y realizar un cálculo de aranceles según las tarifas correspondientes establecidas
Si vas a vender una propiedad hipotecada, deberás hacerte cargo de los aranceles notariales para poder cancelar la hipoteca sobre la propiedad, ya que esta pasará a otra titularidad.
Si te enfrentas a un proceso judicial, deberás tener en cuenta los aranceles de los procuradores. Estos dependen y se aplican en función de un porcentaje aplicado sobre la cuantía del proceso. Se debe tener en cuenta que hay un mínimo y un máximo establecidos. Para calcular estos aranceles, es necesario consultar la legislación vigente y aplicar las tarifas y baremos correspondientes.
1) RAE; Definición de Arancel: https://dle.rae.es/arancel
2) Consejo General del Notariado: https://www.notariado.org/portal/qu%C3%A9-cuesta
En las formalizaciones de escrituras de compraventa de viviendas de protección oficial (VPO), de explotaciones familiares y de otras establecidas por la ley existen reducciones de los aranceles con carácter social.
Los aranceles aplican en transacciones inmobiliarias en España, independientemente de si las partes involucradas son nacionales o extranjeras. Sin embargo, las regulaciones y tarifas específicas pueden variar en otros países. Es importante consultar las leyes y regulaciones locales al realizar transacciones inmobiliarias internacionales.
Los aranceles son tarifas reguladas por el Estado aplicadas a servicios profesionales. En cambio, los impuestos son cargas tributarias que se deben pagar al gobierno en relación con la propiedad y las transacciones inmobiliarias, como el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) o el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Ambos, aranceles e impuestos, siempre influyen en el coste final de una transacción de bienes inmuebles.