El interés, término también conocido como “precio del dinero”, es la cantidad que se paga por el uso de efectivo prestado, generalmente por parte de una entidad bancaria, aunque también puede aplicarse en otro tipo de préstamos, como entre particulares.
Pero también tiene otra vertiente: sirve para conocer el rendimiento de un activo financiero. En este artículo, te definimos este concepto y te explicamos qué tipos de intereses existen, además de las fórmulas para calcularlos en cada caso.
Actualmente, existen varios tipos de interés en el mercado financiero. Es importante conocer cada una de las modalidades de intereses que podemos encontrar cuando pides un préstamo para evitar sorpresas desagradables en el futuro.
Se calcula únicamente sobre el capital inicial. En este caso, el porcentaje de los intereses no varía a lo largo del tiempo, ya que no se acumula al capital. Este tipo de interés se utiliza principalmente en préstamos a corto plazo o inversiones de corta duración.
Este tipo de interés se calcula tanto sobre el capital inicial como sobre los intereses acumulados en períodos anteriores. Esto significa que, a medida que el tiempo avanza, los intereses generados se suman al capital, lo que resulta en un crecimiento exponencial.
El interés compuesto es el más común en el ámbito financiero y se aplica en inversiones a largo plazo y préstamos, incluidas en las hipotecas.
Este se mantiene constante durante todo el plazo del préstamo o la inversión.
Esto significa que las cuotas no varían a lo largo del tiempo, lo que proporciona estabilidad y previsibilidad a los pagos. Este tipo de interés es una opción popular para las hipotecas, ya que te permiten estimar la cantidad que se pagará cada mes y planificar los gastos a largo plazo.
Lectura recomendada: ¿Qué es una hipoteca a fija?
Varía a lo largo del tiempo en función de un índice de referencia. En el caso de España, al ser un país dentro de la Unión Europea, aplica el Euríbor. La cantidad se ajusta periódicamente, lo que puede resultar en cuotas más altas o más bajas a lo largo del tiempo.
Los préstamos hipotecarios variables pueden ser atractivos cuando el precio del dinero es bajo. Pero también pueden generar incertidumbre debido a las fluctuaciones en las cuotas.
El interés mixto combina características tanto del interés fijo como del interés variable. En una operación financiera con interés mixto, se acuerda aplicar un tipo de interés fijo durante un periodo inicial, y posteriormente se cambia a un tipo de interés variable por el resto del plazo.
Suele ser bastante común en préstamos hipotecarios. Suele ser buena opción para aquellos que desean asegurarse una cuota constante durante los primeros años de la hipoteca, pero también buscan aprovechar las posibles bajadas en las tasas de interés durante el resto del plazo del préstamo.
Es importante tener en cuenta que, una vez se pasa al variable, las cuotas podrían aumentar o disminuir. Esto puede generar incertidumbre en los pagos futuros.
El interés nominal se aplica a una operación financiera sin tener en cuenta la inflación, las comisiones ni los gastos asociados. Es un porcentaje expresado de forma anual que indica cuánto se pagará o se recibirá en concepto de intereses por el capital prestado o invertido.
Aunque el interés nominal puede ser útil para comparar diferentes opciones financieras, es fundamental tener en cuenta que no refleja el coste real ni el rendimiento efectivo de una operación financiera.
Para obtener una visión más precisa de la rentabilidad o el coste de un préstamo o inversión, es recomendable analizar la Tasa Anual Equivalente (TAE). Esta tiene en cuenta la inflación, las comisiones y otros gastos asociados, así como la frecuencia de capitalización de los intereses.
Existen diferentes fórmulas para calcular los intereses, dependiendo del tipo que se aplica. A continuación, te explicamos cómo se realiza el cálculo en cada caso:
Se utiliza la siguiente fórmula:
Interés Simple (I) = Capital Inicial (C) × Tasa de Interés (i) × Tiempo (t)
Donde:
El interés compuesto se calcula aplicando la siguiente fórmula:
Capital Final (CF) = Capital Inicial (C) × (1 + i)^t
Donde:
Para conocer los intereses generados en una operación con interés compuesto, se puede utilizar la siguiente fórmula:
Interés Compuesto (IC) = Capital Final (CF) - Capital Inicial (C)
Es clave tener en cuenta que en el interés compuesto, los intereses generados se acumulan al capital y, por lo tanto, también generan intereses en los periodos siguientes.
Esto provoca un crecimiento exponencial del capital a lo largo del tiempo, lo que puede resultar en un rendimiento o un coste significativamente mayor en comparación con el interés simple.
Los tipos de interés son un aspecto muy importante y que se debe considerar en todas las operaciones financieras relacionadas con el ámbito inmobiliario. Estos tipos no son estáticos y pueden variar en función de diversos factores económicos y de mercado. A continuación, analizaremos tres factores clave que influyen en estos:
La política monetaria, implementada por los bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE) en la zona euro, es un factor clave que influye en los tipos de interés.
Los bancos centrales establecen las tasas de interés de referencia, como la tasa de refinanciación, que determina el coste del crédito para las entidades financieras. A su vez, estas entidades ajustan los tipos de interés de los productos que ofrecen a sus clientes. Por ejemplo, en préstamos hipotecarios, en función de las decisiones de política monetaria.
Cuando la inflación es alta, los bancos centrales suelen aumentar las tasas de interés de referencia para reducir la cantidad de dinero en circulación y frenar el aumento de los precios. Por el contrario, en un contexto de baja inflación o deflación, los bancos centrales pueden disminuir las tasas con la finalidad de impulsar el gasto y la inversión, lo que a su vez puede elevar los precios. Los tipos de interés de los préstamos hipotecarios se ven afectados por estas fluctuaciones en la inflación.
Cuando hay una gran demanda de crédito, las entidades financieras suelen aumentar los tipos de interés, ya que hay más competencia entre los clientes para acceder a los préstamos. Por otro lado, si la demanda baja y hay un exceso de oferta, los bancos tienden a reducir los tipos de interés para incentivar la solicitud de préstamos.
1) Banco Central Europeo: “¿Qué son los tipos de interés y cuál es la diferencia entre tipos de interés nominales y tipos de interés reales?”: https://www.ecb.europa.eu/ecb/educational/explainers/tell-me/html/nominal_and_real_interest_rates.es.html
2) Banco de España: Tipos de interés: https://clientebancario.bde.es/pcb/es/menu-horizontal/productosservici/relacionados/tiposinteres/
3) GFC Global; ¿Cuáles son los tipos de interés?: https://edu.gcfglobal.org/es/credito/cuales-son-los-tipos-de-interes/1/#