El mundo de las hipotecas puede estar lleno de términos técnicos. Aunque pueden parecer intimidantes al principio, son fundamentales para entender cómo funcionan estos préstamos y cómo pueden afectar a tu economía personal. Uno de estos términos es el «período de carencia».
En este artículo, nos centraremos en desentrañar el significado de este término, su importancia y cómo puede impactar en el coste total de tu préstamo hipotecario.
El período de carencia es un plazo establecido en la contratación de una hipoteca durante el cual el prestatario puede pagar solo los intereses del préstamo, sin tener que amortizar el capital. Este período se acuerda previamente con la entidad financiera y puede variar en duración, aunque generalmente oscila entre unos pocos meses y varios años.
La principal ventaja de este tiempo es que permite reducir la cuota mensual durante un tiempo. Esto puede ser de gran ayuda en determinadas circunstancias. Por ejemplo, al inicio de la vida del préstamo, cuando las obligaciones financieras pueden ser más pesadas.
Es importante tener en cuenta que durante este período solo se están pagando los intereses y no se está reduciendo el principal del préstamo. Esto significa que, una vez finalizado el período de carencia, la cuota mensual aumentará. En ese momento, se deberá empezar a amortizar el capital del préstamo, además de seguir pagando los intereses.
Lectura recomendada: ¿Qué es una hipoteca?
Existen dos tipos principales de períodos de carencia en las hipotecas: parcial y total.
Existen varias ventajas y desventajas asociadas a la utilización de un período de carencia en una hipoteca.
Ventajas | Inconvenientes |
Facilita la gestión financiera en los primeros años de la hipoteca, cuando los gastos suelen ser más elevados. | El capital del préstamo no se reduce durante este período, lo que significa que los intereses se calculan sobre la totalidad del préstamo. |
Proporciona un margen de maniobra económico en situaciones de dificultad financiera temporal. | Una vez finalizado el período de carencia, las cuotas mensuales aumentan, ya que se empieza a amortizar el capital del préstamo. |
Permite al prestatario afrontar otras inversiones o gastos importantes durante el período de carencia, ya que las cuotas mensuales son menores. | Prolongar demasiado el período de carencia puede llevar a una acumulación de intereses que resulte en un coste total del préstamo mucho mayor. |
La decisión de usar un período de carencia en una hipoteca depende en gran medida de tu situación financiera personal.
Puede ser conveniente en las siguientes situaciones:
No obstante, es fundamental tener en cuenta que el período de carencia puede aumentar el coste total del préstamo a largo plazo. Esto ocurre porque los intereses se calculan sobre la totalidad del capital del préstamo durante este tiempo. Por tanto, es aconsejable consultar a un asesor financiero antes de tomar esta decisión.
Sí, pedir un período de carencia en tu hipoteca puede conllevar costes adicionales. Al solicitar una carencia, estás modificando las condiciones iniciales de tu hipoteca. Esto puede implicar el pago de comisiones por novación a la entidad financiera.
Además, la entidad financiera puede decidir aumentar el tipo de interés de la hipoteca para compensar el mayor riesgo que asume al posponer la amortización del capital del préstamo. Esto puede incrementar el coste total de la hipoteca a largo plazo.
También debes tener en cuenta que, durante este tiempo, aunque las cuotas mensuales sean más bajas, los intereses se calculan sobre la totalidad del capital del préstamo. Esto significa que estarás pagando más intereses en total que si estuvieras amortizando el capital desde el principio.
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El período de carencia no suele modificar el tiempo total de la hipoteca, simplemente redistribuye cómo se realizan los pagos. Durante este período, solo pagas los intereses y no amortizas el capital. Una vez finalizado, se reanuda la amortización normal del capital, lo que puede aumentar el importe de las cuotas mensuales.
Sí, es posible solicitar un período de carencia una vez comenzada la hipoteca, aunque depende de las condiciones particulares de tu contrato y de la entidad financiera. Esto se conoce como novación y podría implicar el pago de comisiones y un posible cambio en las condiciones de tu préstamo.
La posibilidad de extender el período de carencia depende de la entidad financiera y de las condiciones específicas de tu contrato de hipoteca. Si sigues teniendo dificultades financieras una vez finalizado el plazo inicial, es recomendable que te pongas en contacto con tu banco para discutir tus opciones. Ten en cuenta que extender el período de carencia puede aumentar el coste total de tu hipoteca, ya que estarías aplazando más tiempo la amortización del capital. Por consiguiente, acumulando más intereses. Además, puede implicar la novación del contrato, que puede conllevar comisiones adicionales.