La tasa libre de riesgo es uno concepto fundamental en el ámbito financiero y sirve como pilar para la toma de decisiones relacionadas con inversiones. En esencia, esta tasa refleja el retorno que un inversor espera recibir de una inversión que, en teoría, no conlleva ningún tipo de riesgo. Es la piedra angular a partir de la cual se calculan las expectativas de retorno de otros activos de más riesgo.
Este artículo se adentra en el concepto de la tasa libre de riesgo, su cálculo y su relevancia particular en el contexto español. Sigue leyendo para comprender este concepto y sus aplicaciones prácticas en el mundo de las inversiones y las finanzas.
En el mundo de las finanzas, la tasa libre de riesgo se utiliza para referenciar la rentabilidad que se puede obtener cuando se realiza una inversión 100% segura, sin riesgo asociado. Esta tasa es fundamental porque actúa como un índice base para calcular el coste de otros tipos de inversiones, evaluando así el riesgo adicional que los inversores deben asumir para potencialmente obtener mayores rendimientos.
La esencia de la tasa libre de riesgo radica en el concepto de tiempo valor del dinero. Indica que los individuos tienen una preferencia temporal por recibir dinero hoy en lugar de una fecha futura. Esto se debe a que el dinero disponible en el presente se puede invertir y generar ganancias adicionales. Sin embargo, la única manera de que alguien esté dispuesto a renunciar a esa oportunidad y aceptar una devolución en el futuro es si la inversión no tiene riesgo de perder capital, y por eso se asocia con la tasa de interés de los bonos gubernamentales.
Lectura recomendada: ¿Cómo invertir en inmuebles con éxito?
Además, es importante destacar que la tasa libre de riesgo es crucial para la determinación de la prima de riesgo de un mercado, que es el rendimiento adicional que se espera de una inversión de riesgo. Por ejemplo, en la valoración de activos y empresas, la tasa libre de riesgo es un componente esencial en modelos como el Modelo de Valoración de Activos de Capital (CAPM), que busca identificar una tasa de retorno apropiada para una inversión considerando el riesgo sistemático del mercado.
En la práctica, se considera que las inversiones más cercanas a libres de riesgo son los bonos del estado. Especialmente los de países con economías estables, ya que el riesgo de incumplimiento es mínimo.
Para entender con claridad las diferencias, a continuación se presenta una tabla que compara la tasa libre de riesgo con otras tasas de interés comunes:
Tipo de Tasa | Descripción | Riesgo asociado |
Tasa libre de riesgo | Rendimiento de una inversión sin riesgo de pérdida financiera. | Prácticamente nulo, se considera libre de riesgo. |
Tasa de depósito | Interés que se recibe por depositar dinero en una entidad bancaria. | Bajo, depende de la solidez de la entidad bancaria. |
Tasa de préstamo | Interés que se paga por recibir un préstamo o crédito. | Medio a alto, dependiendo de la solvencia del prestatario. |
Tasa de bonos corporativos | Rendimiento de bonos emitidos por empresas. | Variable, depende del rating y salud financiera de la empresa. |
Tasa de divisa | Interés asociado con inversiones en moneda extranjera. | Alto, influenciado por factores macroeconómicos y eventos globales. |
La elección del instrumento financiero adecuado es crucial porque puede afectar significativamente la precisión de la tasa libre de riesgo y, en consecuencia, cualquier análisis o decisión financiera basada en ella. Por lo tanto, los factores que pueden afectar la tasa libre de riesgo son:
Para calcular la tasa o rentabilidad libre de riesgo lo que se hace es restarle a la rentabilidad obtenida en un determinado fondo de inversión o activo financiero. No obstante, la determinación de la tasa libre de riesgo de un activo suele involucrar el ajuste de la rentabilidad ofrecida por un instrumento de renta fija gubernamental, descontando el CDS (Credit Default Swap) correspondiente. Este procedimiento se basa en la función del CDS como instrumento financiero que sirve para proteger contra posibles impagos de un activo.
El CDS actúa, en esencia, como una especie de póliza de seguro contra la eventualidad de un incumplimiento de pago. Si la entidad que emite el activo no cumple con sus obligaciones, el CDS entra en acción. Así, al descontar el valor del CDS del rendimiento del activo eliminamos el riesgo asociado con esa inversión.
Es evidente que el riesgo de impago asociado a un país o institución influye directamente en el coste de su CDS. Por ejemplo, naciones como Alemania o Estados Unidos tienen percibidos niveles de impago prácticamente inexistentes, lo que se refleja en CDS muy bajos para sus instrumentos.
Los bonos del gobierno, especialmente de países con economías estables, son generalmente vistos como las inversiones más cercanas a ser libres de riesgo debido al mínimo riesgo de impago.
Debido a que los gobiernos tienen el poder de recaudar impuestos y emitir moneda, el riesgo de incumplimiento en sus obligaciones financieras es generalmente percibido como muy bajo.
Sí. Un aumento en las expectativas de inflación puede elevar la tasa libre de riesgo, ya que los inversores desearán una compensación adicional por la disminución del poder adquisitivo.
No necesariamente. En ciertas circunstancias económicas, especialmente durante periodos deflacionarios o de tasas de interés muy bajas impuestas por bancos centrales, la tasa libre de riesgo puede ser negativa.