Si alguna vez has realizado la compra o venta de una vivienda a través de una inmobiliaria en España, sabrás que es necesario pagar una comisión a la agencia. Esta tarifa se refiere a la compensación económica por facilitar la venta, alquiler o gestión de una propiedad. En este artículo, te explicamos qué es una comisión, cómo se regulan en España y qué aspectos están involucrados dentro de la tarifa. Además, te resolvemos algunas dudas que tanto compradores como vendedores suelen tener al respecto.
Una comisión, en el mundo inmobiliario, es un monto de dinero acordado entre un vendedor o comprador de un inmueble y una inmobiliaria como compensación por los servicios prestados en la venta, alquiler, compra o gestión de una propiedad. Esta es una forma de remunerar los servicios y el trabajo efectuado por la agencia en todo el proceso de la transacción. Actualmente, las comisiones inmobiliarias en España varían entre el 3 y 7%.
Generalmente, es un porcentaje acordado del valor catastral de la propiedad o de la cantidad total del alquiler. No siempre es el mismo, ya que varía debido a factores como la ubicación, el tipo de propiedad y los servicios proporcionados. Además, hay que tener en cuenta que la comisión se paga únicamente cuando se cierra la transacción y, normalmente, es responsabilidad del vendedor o arrendador, puesto que la agencia trabaja en su nombre para encontrar un comprador o inquilino.
La comisión inmobiliaria es un aspecto esencial en las transacciones de bienes raíces, y entender los factores que influyen en su cálculo es fundamental tanto para los vendedores, como para los compradores. Te contamos los cinco factores que hacen variar la comisión inmobiliaria:
El porcentaje de comisión que una inmobiliaria se lleva por la venta de un piso oscila entre el 3% y el 7%. Este valor puede variar según los factores que hablamos anteriormente. Es crucial tener en cuenta que este rango puede variar y que existen casos en los que la comisión puede ser más alta o más baja, según las circunstancias específicas de la transacción y las negociaciones entre el vendedor y la agencia inmobiliaria.
En cambio, las comisiones inmobiliarias relacionadas con el alquiler son un tema que genera controversia cuando las lleva a cabo una inmobiliaria, ya que no existe una cantidad específica. El porcentaje habitual suele situarse entre el 8% y el 10% de la renta anual. Sin embargo, esto se refiere únicamente al propietario. Por otro lado, está el inquilino, al cual se le cobraba un 10% de la renta anual o el equivalente a 1 o 2 meses de alquiler, aunque esto se ha modificado desde el pasado mes de junio con la Nueva Ley de Vivienda 2023.
Lectura recomendada: ¿Cómo calcular el precio de un alquiler?
Es recomendable discutir los términos de la comisión con la agencia inmobiliaria antes de firmar cualquier contrato o acuerdo, para asegurarse de entender los detalles y condiciones específicas que se aplican a la venta de su piso.
La gestión de una comisión con una inmobiliaria implica una serie de pasos y acuerdos entre las partes involucradas. Estos son los principales aspectos de la gestión de una comisión.
Antes de comenzar con la venta o alquiler de una propiedad, es fundamental establecer un acuerdo por escrito con la inmobiliaria que detalle los términos y condiciones de la comisión. Este acuerdo debe incluir el porcentaje acordado y los servicios específicos que se proporcionarán.
Realiza la firma del contrato de servicios con la inmobiliaria. Este contrato debe especificar el porcentaje de la comisión, el plazo de exclusividad (si corresponde) y los servicios brindados por la empresa.
Haz una tasación de la propiedad online antes de hacerlo con la inmobiliaria para determinar el precio. Esto implica una evaluación del mercado, análisis comparativo de propiedades similares y otros factores relevantes. Este valor será determinante para calcular la comisión inmobiliaria.
Lectura recomendada: Cómo tasar una vivienda
Una vez que se ha concretado la venta o el alquiler de la propiedad y se cierre la transacción, se procede al pago de la comisión acordada. La forma y el momento del pago deben estipularse en el contrato de servicios.
Exige una factura o recibo detallado de la comisión pagada. Esto es importante para tener un registro adecuado de la transacción y para propósitos fiscales.
Una comisión exclusiva se acuerda cuando el propietario otorga la exclusividad a una inmobiliaria para la gestión de la venta o el alquiler de su propiedad. Si se cierra la transacción durante el período de exclusividad, la agencia debe recibir la comisión. Por otro lado, una comisión no exclusiva implica que el propietario puede trabajar con múltiples agencias y solo pagar la comisión a la agencia que finaliza la transacción.
Si la propiedad no se vende o alquila dentro del período de tiempo acordado en el contrato de servicios, el propietario está exento de pagar la comisión acordada a la agencia inmobiliaria. No obstante, es imprescindible especificar todos estos términos a la hora de realizar la firma del acuerdo o contrato.
En la mayoría de los casos, es difícil evitar pagar la comisión inmobiliaria si se ha firmado un contrato de servicios con una agencia inmobiliaria. Sin embargo, hay situaciones como el pago de una tarifa fija en lugar de un porcentaje o la negociación de servicios adicionales a cambio de una reducción en la comisión.
En ocasiones, se puede deducir la comisión inmobiliaria de tus impuestos, especialmente si estás vendiendo una propiedad como inversión o negocio.
Sí, en general, las comisiones inmobiliarias están sujetas al IVA. El tipo impositivo del IVA aplicable a las comisiones inmobiliarias es del 21%. Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede haber situaciones específicas en las que se aplique un tipo impositivo reducido o una exención de IVA, como en la venta de viviendas de protección oficial.