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¿Es rentable comprar una casa en una subasta en España?

Alvaro G.
24.10.2025
13 min
Respuesta rápida:

Sí, puede ser rentable comprar una casa en subasta en España, pero solo si se adquiere muy por debajo del precio de mercado (mínimo un 20% –30%), sin cargas ocultas ni ocupantes, y si el comprador dispone de liquidez inmediata para afrontar impuestos, reparaciones y trámites. Las subastas pueden ofrecer grandes descuentos, pero también riesgos legales y financieros si no se investiga a fondo el inmueble.

En síntesis:

  • Las casas en subasta se compran hasta un 50% más baratas que en el mercado tradicional.
  • La rentabilidad real depende del precio final, los gastos de rehabilitación y los impuestos (ITP, notaría, registro, etc.).
  • Antes de pujar, revisa la nota simple y comprueba cargas, deudas o inquilinos.
  • La compra es más rentable si está libre, en buen estado y en zona con demanda de alquiler o reventa.
  • Hay que pagar el depósito del 5% y el precio completo en unos 20 días.
  • El asesoramiento jurídico y fiscal es clave para evitar sorpresas o litigios posteriores.

Análisis de la rentabilidad en la compra de viviendas en subasta

Comprar una vivienda en subasta tiene el potencial de generar una buena rentabilidad, pero esa posibilidad solo se materializa si se entienden bien los factores que la condicionan. No basta con obtener un descuento; hay que integrar todos los costes, los riesgos y las variables de mercado al cálculo. A continuación, se detallan los elementos más relevantes que determinan si una operación en subasta puede ser verdaderamente rentable.

casa en una subasta

Descuento frente a mercado como punto de partida

El punto de partida clave es la diferencia entre el precio de adjudicación en subasta y el valor de mercado del inmueble. Las publicaciones del sector estiman que los inmuebles subastados pueden venderse con descuentos de entre 20% y 50% respecto a viviendas similares en mercado abierto. En los casos más favorables, cuando la competencia es baja, la documentación o el estado presentan incertidumbres, o la necesidad de liquidez del vendedor es alta, los descuentos pueden acercarse al extremo del 50 %.

Ese descuento es la “ventaja bruta”, pero no es suficiente por sí solo. Si el inmueble requiere reparaciones importantes, tiene cargas ocultas o está ocupado con dificultad de desalojo, esos costes pueden consumir buena parte—o todo—el margen que parecía prometedor. Por eso es vital proyectar no solo el precio bruto, sino el precio neto estimado tras costes totales.

Costes ocultos y riesgos que reducen la rentabilidad 

Para convertir ese descuento bruto en una ganancia efectiva, es imprescindible identificar y cuantificar los costes adicionales:

  • Reformas y acondicionamientos: muchas viviendas en subasta no permiten visita previa, por lo que el comprador debe asumir el riesgo de que el inmueble esté en mal estado estructural, con humedades, instalaciones obsoletas, saneamientos o instalaciones eléctricas y de fontanería deficientes.
  • Cargas, deudas y obligaciones: hipotecas, embargos, servidumbres, deuda de IBI, cuotas comunitarias atrasadas (en España el nuevo propietario puede quedar obligado a las deudas de comunidad hasta el año en curso o incluso tres años anteriores).
  • Gastos legales, notariales y registrales: la adjudicación en subasta, aunque no siempre incluye gastos de escritura, sí exige inscripción en el Registro, impuestos (ITP o IVA/AJD), y formalización ante notario.
  • Costes de desalojo u ocupación: si el inmueble está habitado o ocupado ilegalmente, el nuevo propietario debe asumir la recuperación de la posesión, lo cual puede implicar procesos legales, tiempo y gastos adicionales.
  • Costo del capital y plazos estrictos de pago: en muchas subastas el pago debe realizarse en plazos muy cortos (por ejemplo, 20 días). Si no cuentas con liquidez o financiación inmediata, puedes perder la adjudicación.

Estos costes pueden erosionar el margen, de modo que un descuento del 30% no garantiza una rentabilidad real si los costes suman un 20% adicional.

Variables de mercado que condicionan el retorno en una compra inmobiliaria en subasta

Una vivienda barata en subasta no será rentable si está en una zona con escasa demanda de alquiler o difícil reventa. Por eso dos variables de mercado son decisivas:

  • Potencial de alquiler o demanda futura: si el inmueble está en una zona con buena tasa de ocupación, transporte y servicios, podrá generar ingresos constantes de alquiler. Algunos analistas estiman que viviendas adquiridas en subasta pueden alcanzar rentabilidades brutas de alquiler entre 7 % y 9 % en zonas tensionadas. infobae+1
  • Revalorización futura: la expectativa de que el valor de la zona crezca (infraestructuras próximas, desarrollo urbano, escasez de suelo disponible) multiplica el margen de ganancia. Una buena compra en subasta con ubicación creciente puede dar beneficios mayores a los previstos.
casa subasta

Precios competitivos

Estrategias que mejoran la rentabilidad esperada

Para maximizar la rentabilidad neta de una subasta, los inversionistas experimentados aplican varias estrategias:

  • Prima de riesgo en la oferta: ajustar la puja máxima no solo al descuento óptimo, sino teniendo en cuenta los “peores escenarios” (reparaciones costosas, cargas imprevistas).
  • Diversificación de inmuebles: no apostar todo a una vivienda, sino pujar en varias subastas con criterios de riesgo controlado.
  • Selección de zonas emergentes con coste bajo de compra: zonas periféricas que ofrecen márgenes amplios y potencial de crecimiento.
  • Negociación post-subasta: si la adjudicación no cubrió toda la deuda del acreedor, negociar quita o acuerdos con el acreedor residual.
  • Ingresos provisionales: si la vivienda puede alquilarse parcialmente antes de reforma integrales, amortiza parte de la inversión inicial con ingresos tempranos.

Tipos de subastas en España

En España existen tres tipos principales de subastas inmobiliarias: las judiciales, las administrativas y las bancarias. Cada una tiene un origen distinto, un nivel de riesgo diferente y un potencial de rentabilidad que depende del tipo de comprador.
A continuación, te explicamos cómo funciona cada una y qué debes tener en cuenta antes de participar.

1. Subastas por embargos judiciales: las más comunes en el BOE

Las subastas judiciales son las más habituales y se celebran en el marco de un procedimiento legal (por ejemplo, ejecuciones hipotecarias, embargos o liquidaciones de bienes).
Están reguladas por la Ley de Enjuiciamiento Civil y se gestionan a través del Portal de Subastas del BOE, la plataforma oficial del Estado donde se publican todas las subastas judiciales activas en España.

Lectura recomendada: Guía para encontrar las subastas de casas embargadas por bancos

En este portal, cualquier ciudadano puede consultar el valor de tasación, las cargas existentes, el estado de ocupación y la titularidad del inmueble. Para pujar, es necesario contar con un certificado digital o sistema Cl@ve y depositar un 5 % del valor de salida como garantía.

Ventajas:

  • Se pueden conseguir inmuebles con descuentos del 30% al 50% respecto al precio de mercado.
  • Todo el proceso es 100% público y electrónico, sin intermediarios.

Inconvenientes:

  • Algunas viviendas pueden estar ocupadas o tener cargas pendientes.
  • El comprador debe disponer de liquidez inmediata, ya que el pago completo se exige en unos 20 días.

Son subastas con gran potencial de rentabilidad, pero requieren experiencia o asesoramiento jurídico especializado para evaluar riesgos y costes adicionales.

2. Subastas administrativas: organizadas por Hacienda y otros organismos

Las subastas administrativas son gestionadas por organismos públicos como la Agencia Tributaria (AEAT), la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) o los ayuntamientos, cuando los propietarios acumulan deudas fiscales o sanciones.

Lectura recomendada: Cómo se puede vender una casa embargada por hacienda

También se publican y gestionan a través del Portal de Subastas del BOE, lo que garantiza transparencia y trazabilidad en el proceso.

Estas subastas suelen ser más seguras desde el punto de vista legal, ya que la Administración verifica la documentación y las cargas. Sin embargo, la oferta de viviendas es más limitada y los descuentos, más moderados.

Ventajas:

  • Mayor seguridad jurídica.
  • Acceso público y documentación completa disponible en el BOE.

Inconvenientes:

  • Poca disponibilidad de viviendas.
  • Descuentos menores, generalmente del 15% al 30%.

Son ideales para compradores que priorizan seguridad sobre rentabilidad, especialmente particulares que buscan adquirir una vivienda sin asumir grandes riesgos.

3. Subastas embargadas por bancos: inmuebles de entidades financieras

Las subastas bancarias —también llamadas ventas de activos adjudicados— son gestionadas por entidades financieras o sus plataformas inmobiliarias (como Solvia, Aliseda, Servihabitat, Haya Real Estate o Sareb).
Surgen cuando el banco se queda con una vivienda tras una ejecución hipotecaria y decide venderla directamente, muchas veces fuera del canal judicial o del BOE.

En este caso, el proceso es más parecido a una compraventa tradicional: el banco fija un precio (a menudo rebajado) y puede ofrecer financiación preferente, incluso hasta el 100% del valor de tasación.

Ventajas:

  • Menor riesgo legal y proceso más rápido.
  • Posibilidad de obtener hipoteca directa con el banco.

Inconvenientes:

  • Descuentos más bajos (entre el 10% y el 30%).
  • Menos margen de negociación para el comprador.

Este tipo de subastas es ideal para particulares que buscan oportunidades seguras, sin complicaciones legales ni necesidad de gran capital inicial.

Tipo de subastaOrganiza / PublicaPublicación en el BOEDescuento medioRiesgoFinanciaciónPerfil recomendado
JudicialTribunales de Justicia✅ Sí (Portal del BOE)30% – 50%AltoNo disponibleInversores con experiencia y liquidez
AdministrativaHacienda, Seguridad Social, Ayuntamientos✅ Sí (Portal del BOE)15% – 30%MedioNo disponibleCompradores que buscan seguridad legal
BancariaEntidades financieras (Solvia, Sareb, etc.)❌ No (portales privados)10% – 30%BajoHasta 100% (según banco)Particulares o inversores prudentes

Mi casa sale a subasta, ¿qué puedo hacer?

Si tu casa ha salido a subasta o has recibido una notificación judicial de ejecución hipotecaria, no todo está perdido. Existen distintas vías legales y financieras para frenar el proceso, ganar tiempo o incluso resolver la deuda antes de perder la vivienda. Actuar con rapidez es clave: cuanto antes conozcas el estado del procedimiento y busques asesoramiento profesional, más opciones tendrás de conservar tu casa o minimizar las pérdidas económicas.

Subasta de mi casa

1. Confirma en qué punto está el procedimiento

El primer paso es verificar la situación legal exacta de tu vivienda. Revisa el documento judicial que hayas recibido: normalmente se trata de un auto de ejecución hipotecaria con un número de expediente. Solicita una nota simple en el Registro de la Propiedad, donde podrás ver si la casa ya ha sido embargada, si está inscrita la ejecución y qué cargas tiene.

Con esos datos, podrás consultar el Portal de Subastas del BOE (subastas.boe.es) para comprobar si la subasta está activa y cuál es la fecha límite de puja. Esta información es fundamental para saber cuánto tiempo tienes para actuar y qué tipo de medidas puedes tomar.

2. Busca asesoramiento legal inmediato

Tan pronto recibas la notificación, contacta con un abogado especializado en ejecuciones hipotecarias o solicita justicia gratuita si cumples los requisitos económicos. El abogado analizará si puedes oponerte al procedimiento (por ejemplo, por cláusulas abusivas, falta de notificación adecuada o errores en la liquidación de la deuda).

La oposición debe presentarse en un plazo muy breve, así que no esperes. Contar con asesoría profesional desde el principio también te ayudará a evaluar alternativas como la venta del inmueble, la renegociación con el banco o la dación en pago antes de que el proceso avance.

3. Negocia con el banco antes de la subasta

La mayoría de los bancos prefieren evitar la subasta porque encarece y alarga el proceso. Por eso, si actúas rápido, es posible negociar una salida amistosa. Puedes solicitar una reestructuración de la deuda (mediante ampliación del plazo, carencia de capital o reducción del interés) o acogerte al Código de Buenas Prácticas Bancarias, que permite a familias vulnerables reestructurar o entregar la vivienda en pago sin deuda pendiente.

También es posible acordar una venta ordenada o venta directa, donde el propio propietario encuentra un comprador antes de la subasta, garantizando que el importe obtenido sirva para cancelar la hipoteca y evitar costas judiciales. Esta suele ser la opción más beneficiosa económicamente si el banco la acepta.

4. Valora la dación en pago o el alquiler social

Si ya no puedes afrontar los pagos ni vender la vivienda, puedes solicitar la dación en pago, que consiste en entregar la casa al banco a cambio de la cancelación total de la deuda, sin seguir debiendo dinero tras perder la propiedad. Aunque no todos los bancos están obligados a aceptarla, suele concederse a familias que cumplen los criterios del Código de Buenas Prácticas.

Además, algunas entidades ofrecen la posibilidad de firmar un alquiler social, que permite seguir viviendo en la vivienda por una renta reducida durante un periodo determinado. Esto puede ser una alternativa menos traumática que el desalojo, especialmente si atraviesas una situación de vulnerabilidad económica o familiar.

5. Revisa el valor de tasación y los costes reales

Antes de que se celebre la subasta, revisa el valor de tasación para subasta que figura en el procedimiento. Si ese valor está por debajo del precio real de mercado, puede provocar que el inmueble se adjudique por menos de lo que vale, dejándote con una deuda remanente incluso después de perder la casa.

Calcula también los costes totales que deberás asumir: intereses, costas judiciales, IBI o cuotas de comunidad atrasadas (hasta tres años anteriores pueden ser reclamadas). Conocer estos importes te ayudará a decidir si es viable una liberación del embargo (pagando la deuda pendiente antes del remate) o si te conviene acelerar una venta antes de la subasta.

6. Si la subasta continúa, busca una salida ordenada

Si la subasta ya está convocada y no hay tiempo para paralizarla, lo más recomendable es mantener comunicación directa con el Juzgado y el banco. Puedes intentar negociar un plazo adicional de entrega o incluso un acuerdo de desalojo voluntario para evitar costes y posibles sanciones.

Si finalmente se adjudica la vivienda, revisa el resultado con tu abogado: si el importe obtenido cubre toda la deuda, el proceso se dará por cerrado; si no, tendrás que negociar una quita o acogerte al mecanismo de segunda oportunidad para eliminar la deuda restante. Entregar la vivienda en buen estado y de forma pacífica también puede facilitar acuerdos más favorables o reducir los gastos finales.

Ventajas de comprar casas en subasta

Las ventajas de comprar una casa en una subasta es una opción considerada cada vez más por una amplia gama de compradores. Participar en una subasta de viviendas puede ser una manera inteligente y efectiva de adquirir propiedades valiosas a precios ventajosos. Estos son los principales beneficios de comprar un inmueble de esta forma:

Precios competitivos

Una de las ventajas más atractivas de comprar en subasta es la posibilidad de adquirir propiedades a precios inferiores a los del mercado. Las subastas suelen establecer precios de salida bajos, lo que puede resultar en adquisiciones mucho más económicas en comparación con el mercado inmobiliario tradicional. Esta característica es especialmente beneficiosa para compradores con presupuestos limitados o inversores que buscan maximizar su retorno de inversión.

Acceso a propiedades únicas

Las subastas también ofrecen la oportunidad de encontrar propiedades singulares que raramente están disponibles a través de canales convencionales. Estas pueden incluir viviendas con diseños arquitectónicos únicos, casas en ubicaciones excepcionales o características especiales que las hacen destacar. Para aquellos interesados en propiedades distintivas o con requerimientos específicos, las subastas representan un recurso valioso para descubrir opciones únicas.

Riesgos al comprar en subasta

Las subastas de viviendas, aunque pueden tener sus beneficios, no están exentas de riesgos legales y financieros. Es crucial tener un entendimiento claro de los términos y condiciones de la misma, así como de cualquier asunto legal relacionado con la propiedad. Los compradores deben tener en cuenta posibles restricciones de uso de la propiedad o irregularidades en los documentos de la vivienda, que podrían complicar la compra o el uso y disfrute de la misma.

A continuación, detallamos algunos factores a tener en cuenta antes de adquirir una casa en subasta para que la compra sea rentable.

Importancia de la investigación y asesoramiento profesional

Dada la complejidad de las subastas y los riesgos asociados, es esencial realizar una investigación exhaustiva antes de participar. Esto incluye entender el valor de mercado de la propiedad, su condición física y su historial legal. Además, buscar el asesoramiento de profesionales como abogados inmobiliarios, agentes de bienes raíces o asesores financieros puede ser muy útil para realizar los trámites con mayor seguridad y eficacia.

Gastos adicionales

Al considerar una compra en subasta, los compradores deben ser conscientes de los posibles gastos adicionales más allá del precio de compra. Esto puede incluir gastos de reformas o reparaciones si la propiedad requiere mantenimiento o mejoras. Además, es importante investigar si existen deudas pendientes asociadas a la propiedad, como impuestos atrasados o cuotas de comunidad, que serían responsabilidad del nuevo propietario.

Referencias

  1. Subastas BOE - BOE.es https://subastas.boe.es/
  2. Instituto Nacional de Estadística (INE) - https://www.ine.es/
  3. Ministerio de Economía y Empresa - https://www.mineco.gob.es/
  4. Asociación Española de Banca (AEB) - https://www.aebanca.es/
  5. Agencia tributaria - https://sede.agenciatributaria.gob.es/

FAQ

¿Qué impuestos hay que pagar después de una subasta de una casa en España?

Normalmente, en las subastas se deben pagar dos impuestos principales: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), los cuales se aplican en situaciones específicas.

¿Quién paga las cargas de un piso en subasta?

En una subasta inmobiliaria, generalmente el comprador es responsable de pagar las cargas pendientes que tenga el inmueble, a menos que se indique lo contrario en las condiciones de la subasta.

¿Qué sucede si nadie puja en una subasta?

Si no hay postores en una subasta inmobiliaria, puede declararse desierta, y el inmueble permanece en posesión del propietario actual o de la entidad organizadora. En algunos casos, la propiedad se puede ofrecer nuevamente con un precio reducido o venderse de manera directa por otros medios. Si es parte de una ejecución hipotecaria, el banco puede adquirir la propiedad para venderla posteriormente. También es posible que se prolongue o reprograme la subasta para atraer más interés.

¿Se puede pujar por debajo del valor de subasta?

No, en España no se puede pujar por debajo del valor mínimo fijado en el anuncio. En las subastas judiciales, la puja mínima suele ser del 70% del valor de tasación, aunque si no hay postores, el acreedor puede adjudicarse el inmueble por un 60% o incluso menos, según el caso.

¿Cuánto cuestan las casas en subasta?

Depende del tipo de subasta y del estado del inmueble, pero suelen venderse entre un 20% y un 50 % por debajo del valor de mercado. Las propiedades con cargas, ocupadas o con deudas pendientes suelen tener precios de salida más bajos.

¿Cuánto hay que pujar en una subasta de casas?

Para participar, debes depositar un 5% del valor de tasación como garantía a través del Portal de Subastas del BOE. Durante la subasta puedes hacer ofertas libres (siempre por encima del mínimo establecido), y el mejor postor deberá abonar el resto del precio en un plazo aproximado de 20 días hábiles.

Alvaro G.
Con más de 8 años de experiencia en redacción, Álvaro se ha convertido en un especialista en consultoría inmobiliaria. Se centra especialmente en publicaciones relacionadas con la evolución del mercado inmobiliario en España, así como en cuestiones de compra, venta e inversión de inmuebles. Su experiencia en bienes raíces le permite compartir información valiosa para ayudar a las personas a tomar decisiones acertadas en este tipo de transacciones.
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