La figura del notario es muy significativa en el sector inmobiliario, y seguramente te habrás preguntado en más de una ocasión qué es realmente y qué función hace, o te habrás topado con este término y querrás saber más sobre él, pues bien, ¡te lo ponemos fácil! En este blog te lo detallamos todo acerca de esta profesión, ¿empezamos?
Un notario es un funcionario público del Estado, es un profesional del derecho que debe garantizar a los ciudadanos seguridad jurídica según la Constitución en el ámbito jurídico extrajudicial. Es la persona encargada de ayudar, asesorar y procurar que tu negocio o contrato se ajusten a la legalidad.
Así pues, podemos decir que es un sujeto que tendría que reunir estas singulares características: tranquilidad, garantía de seguridad y legalidad, cercanía, profesionalidad, y eficiencia.
El notario trabaja para el servicio público, este comprueba acontecimientos concretos que han sido pactados previamente entre los responsables, debe legitimarlos y también dar fe pública notarial de todo ello. Es un profesional con importantes responsabilidades, pues previene fraudes, pero su rol principal es supervisar la veracidad de contratos, además de asesorar en derecho. Podríamos afirmar que se trata de una persona con una gran potestad para decidir y aprobar la autenticidad de ciertos documentos.
Sin embargo, existen otras tantas labores que hacen estos funcionarios:
En España se tiene que poseer la licenciatura en derecho y como funcionario del Estado, debe adicionalmente realizar un concurso público, es decir, debe aprobar las oposiciones a notaría pública. Por tanto, para llegar a ser notario, hay que cumplir fundamentalmente con estos dos requisitos que acabamos de mencionar.
Un notario es una persona que asesora con imparcialidad, indica el mejor camino para lograr los objetivos de cada uno, dentro del marco de la legalidad civil, mercantil, administrativa y fiscal. Asimismo, ten en cuenta que es un agente neutro con un exhaustivo conocimiento de la ley, por lo te ayudará a prevenir problemas legales y, sobre todo, a tomar las mejores decisiones.
Necesitarás la ayuda de un notario para cualquier asunto de tipo jurídico, relacionado con la contratación civil o mercantil, vida familiar o con herencias.
Los notarios proporcionan asesoramiento gratuito, por tanto, como ciudadano puedes consultar cualquier duda sin coste alguno, a no ser que contrates un servicio notarial. En este caso, el coste lo determina el Estado, por lo que en España todos ellos cobran lo mismo por igual servicio.
Sin embargo, hay ciertos documentos con un coste fijo, como los testamentos o los poderes, u otros, como las escrituras públicas de compraventa de una vivienda o de un préstamo hipotecario, cuyo coste es variable.
Lectura recomendable: Hipoteca: ¿Qué es y cómo funciona?
Tanto vendedor como comprador tienen que asumir una serie de pagos. Según el Código Civil en su artículo 1455, los gastos de cada parte son:
En ocasiones, te habrá surgido algún momento imprevisto donde se requiere la intervención de un notario para firmar algún documento, por ejemplo. Pero ¿no sabes dónde encontrarlo? No importa dónde residas, siempre tendrás uno cerca de ti. Existen bases de datos en las cuales es posible dar con los que se encuentran cerca de tu ubicación geográfica.
Elige a tu notario cerca de ti por código postal y población aquí
Referencias
1. Consejo General del Notariado. "El Notario, https://www.notariado.org/portal/."
2. Euroinnova. "Qué es una notaría pública, https://www.euroinnova.edu.es/blog/que-es-una-notaria-publica."
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Los notarios no tienen una nómina fija, por tanto, su remuneración puede variar dependiendo de muchos factores. Aunque sí tienen un salario base, su retribución estará sujeta al volumen de escrituras o poderes que firmen, precio de los aranceles notariales, entre otros factores. No obstante, se estima que pueden llegar hasta los 150 000 euros anuales.
En suma, entre notario y abogado difiere en que el notario ejerce una función pública y representa al Estado, mientras que el abogado tiene una función privada que puede desempeñarse de manera pública o privada y representa a una de las partes.
El notario es necesario en actuaciones en que se requiere la firma de un profesional del derecho, en cambio, un registrador sería pertinente en procedimientos relacionados con activos, como propiedades, bienes inmuebles y/o mercantiles. Pero, cabe destacar que, son dos profesionales que se complementan, pues ambos saben de derecho y tienen el poder de firmar documentos legales.