Los bajos, esas viviendas que cambian las vistas al exterior por patios y espacios más acogedores. Son más baratos y puedes encontrarlos con diseños modernos, pero no son para todo el mundo. Vivir en un bajo puede ser una elección atractiva para muchas personas, pero también tiene sus pros y contras. En este artículo, exploraremos las ventajas y desventajas de este tipo de vivienda, cómo suelen ser las viviendas en bajos y proporcionaremos consejos útiles para aquellos que estén considerando esta opción.
Un bajo es un tipo de vivienda que se encuentra en la planta baja de un edificio, generalmente a nivel de la calle. Estas viviendas suelen tener acceso directo desde la propia acera o un patio interior si se trata de una comunidad privada o urbanización y pueden ser apartamentos o pisos con entradas individuales.
Como decíamos, los bajos pueden tener varias ventajas como la eliminación de escaleras y un precio mucho más accesible que las viviendas que están en plantas altas, en cualquier caso, estas son las principales ventajas que puedes encontrar en los bajos:
Una de las ventajas clave de vivir en un bajo es el acceso más sencillo. No tienes que preocuparte por escaleras o ascensores, lo que lo convierte en una opción cómoda, especialmente para personas mayores, con movilidad reducida o familias con recién nacidos.
Los bajos, al estar rodeados por otras unidades y/o tener menos superficie expuesta al exterior, pueden beneficiarse de una mayor eficiencia energética para climatización. Asimismo, se reducen los costes de climatización, tanto en invierno como en verano, pudiendo refrescar la casa con mucha más facilidad.
En general, los bajos suelen tener precios de compra o alquiler más económicos que los pisos de plantas intermedias o áticos. Esto es bastante común en ciudades, como Barcelona o Madrid. Si estás pensando en vender o comprar este tipo de vivienda, ahora puedes conocer el precio de un bajo rápidamente utilizando la herramienta de tasación inmobiliaria online de RealAdvisor.
Algunos bajos cuentan con zonas o terrazas ajardinadas privadas, algo que los pisos superiores no pueden tener, especialmente en grandes urbes. Estos ofrecen un espacio abierto para disfrutar en familia y amigos.
A pesar de todas estas ventajas, antes de decidirte por un bajo, debes tener en cuenta algunas desventajas que suponen los principales motivos de aquellos que no quieren viviendas a la altura de la calle.
Una de las principales desventajas de vivir en un bajo es la falta de privacidad. Dado que estás más cerca de la calle o del patio comunitario, es posible que te sientas expuesto a las miradas de los transeúntes o vecinos. Para mitigar este problema, algunas personas recurren a la instalación de persianas, cortinas o cercas para crear una sensación de intimidad.
os bajos pueden ser más propensos a la humedad debido a su proximidad al suelo, lo que requiere una atención especial para prevenir problemas de moho o condensación, así como también la posible aparición de insectos o roedores, especialmente si se encuentran cercanos a jardines o patios con vegetación
Los bajos, al estar más cerca del nivel del suelo, a menudo tienen vistas limitadas y menos entrada de luz natural en comparación con pisos superiores. Esto puede hacer que los espacios interiores sean más oscuros y menos atractivos.
En algunos lugares, las viviendas en planta baja pueden ser más vulnerables a robos o allanamientos. En este caso, es importante tener en cuenta la seguridad e instalar puertas anti-robo si hiciera falta.
Otra desventaja puede ser el ruido proveniente de la calle o de los vecinos de los pisos superiores. En el caso de los bajos ubicados en grandes núcleos urbanos, es posible que el ruido sea mucho mayor, especialmente si están ubicados en vías con mucho tránsito de vehículos.
Las viviendas en bajos pueden variar en tamaño y diseño, pero a menudo cuentan con características específicas. Por lo general, tienen un acceso directo desde la calle o el patio, lo que puede ser conveniente. Sin embargo, debido a su ubicación en la planta baja, es crucial tener en cuenta las posibles limitaciones en cuanto a vistas y luz natural. La distribución y el diseño interior pueden ser similares a los de otros pisos, pero es posible que necesites tomar medidas adicionales para garantizar la privacidad y controlar la humedad.
Si en los pisos altos se suele buscar que las habitaciones de descanso sean exteriores y den a la calle, en el caso de los bajos suele suceder al contrario.
Vivir en un bajo puede ser seguro, siempre y cuando se tomen las precauciones adecuadas y también dependiendo de la ubicación geográfica. Es importante que el edificio cuente con medidas de seguridad como cerraduras de alta calidad, puertas reforzadas y sistemas de alarma.
Además, la ubicación y el entorno del inmueble también juegan un papel importante en la seguridad. Algunos bajos ofrecen la ventaja de un fácil acceso y la posibilidad de tener un jardín o patio privado, lo que puede aumentar la sensación de seguridad y confort. Como en cualquier vivienda, la clave está en evaluar los pros y los contras del inmueble en cuestión, ya que no todos los bajos son iguales.
Si estás considerando vivir en un bajo, aquí hay algunos consejos para aprovechar al máximo esta experiencia:
En resumen, vivir en un bajo con patio o terraza puede ofrecer un estilo de vida atractivo, especialmente para aquellos que valoran el acceso a espacios exteriores privados y la comodidad de no tener que subir escaleras. Sin embargo, es bueno vivir en un bajo solo si se consideran adecuadamente los inconvenientes de residir en este tipo de inmueble, como la falta de privacidad, los posibles problemas de humedad o el ruido de la calle.
Los precios de los bajos pueden variar según la ubicación y las características de la vivienda, pero a menudo son más asequibles que los pisos superiores en un mismo edificio. Esto puede hacerlos atractivos para personas que buscan una vivienda más económica.
Sí, los bajos son una opción popular para personas mayores o con movilidad reducida, ya que son de fácil acceso sinescaleras o ascensores.
Para prevenir problemas de humedad, es importante mantener una buena ventilación y utilizar deshumidificadores si es necesario. También puedes consultar con profesionales para soluciones específicas, como tratamientos antimoho en las paredes y techos.
Reforzar las puertas y ventanas con sistemas de seguridad, como cerraduras adicionales o sistemas de alarma, es una medida recomendada para aumentar la seguridad en un bajo.
La mejor altura para un piso depende de tus necesidades y preferencias personales. Los pisos en plantas altas suelen ofrecer mejores vistas, más luz natural y menor exposición al ruido de la calle. Sin embargo, también pueden ser menos accesibles para personas con movilidad reducida y pueden ser más caros. Los pisos en plantas bajas, en cambio, ofrecen fácil acceso y, a menudo, precios más asequibles, pero pueden tener menos luz natural y menos privacidad.
Vivir en una planta baja es ideal para personas mayores, familias con niños pequeños o personas con movilidad reducida, ya que no requiere el uso de escaleras o ascensores. También puede ser más económico. Vivir en una planta alta es preferible para aquellos que valoran las vistas, la luz natural y la tranquilidad, ya que suelen estar menos expuestos al ruido de la calle. La elección depende de tus necesidades personales y estilo de vida.
La elección entre vivir en un piso alto o bajo depende de tus prioridades. Los pisos altos ofrecen ventajas como mejores vistas, más luz natural y menos ruido de la calle. Sin embargo, pueden ser más caros y menos accesibles. Los pisos bajos son más accesibles, a menudo más económicos y pueden ofrecer espacios exteriores privados, como patios o jardines. Considera tus necesidades y preferencias personales al tomar esta decisión.
Vivir en un bajo en España significa residir en una vivienda situada en la planta baja de un edificio, generalmente a nivel de la calle. Estas viviendas son accesibles directamente desde la acera o un patio interior y pueden ser apartamentos o pisos con entradas individuales. Los bajos pueden ofrecer ventajas como fácil acceso, precios más asequibles y la posibilidad de tener espacios exteriores privados, pero también pueden presentar desventajas como menos privacidad, más humedad y ruido de la calle.