Las naves industriales surgieron con la Revolución Industrial, y con el transcurso de los años hemos podido observar una ligera evolución y transformación de estas naves. Pero, ¿cómo son en la actualidad? A lo largo de este texto, podrás conocer acerca de las naves industriales, para qué se utilizan, qué tipos existen, y mucha otra información que seguro es de tu interés.
Una nave industrial se trata de aquella infraestructura de grandes dimensiones compuesta de una sola planta que se construye para el desarrollo de cualquier actividad industrial. Estas edificaciones se realizan en zonas autorizadas para ello, es decir, en polígonos industriales, y son habilitadas por las administraciones públicas y ayuntamientos.
EJEMPLO:
Una empresa constructora requiere de una superficie acondicionada para guardar tanto el material, como el equipo y la tecnología necesaria para llevar adelante todos los proyectos de construcción.
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En estos lugares se llevan a cabo tareas de almacenaje y fabricación de productos, como también la distribución de mercancías. Por tanto, su función principal es la de alojar en su interior el almacenamiento y producción de bienes industriales, junto con los obreros, las máquinas que los elaboran, el transporte interno, y la entrada y salida de material.
Así pues, podemos afirmar que sirve para el beneficio de una industria, pues son muy útiles para empresas con un stock de gran envergadura o simplemente para aquellas que necesitan un sitio provechoso con unas condiciones específicas, ya que sirven de almacén o de edificio comercial.
En función de los requerimientos de la industria, se pueden clasificar en estos 3 tipos, que son los más usados (según el Reglamento de Seguridad contra Incendios):
Sin embargo, existen otras clases de naves que se diferencian según:
En este apartado mencionamos cuáles son los componentes de una nave industrial:
Para poder desarrollar la actividad empresarial, se debe tener presente una serie de aspectos básicos que no pueden faltar en una nave industrial:
Una nave industrial puede tener diferentes usos alternativos más allá de lo habitual, las distintas utilidades más comunes son:
Referencias
1. Boletín Oficial del Estado. "Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales, https://www.boe.es/buscar/pdf/2004/BOE-A-2004-21216-consolidado.pdf."
2. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. "Reglamento de seguridad contra incendios en establecimientos industriales (RD 2267/2004) (I), https://www.insst.es/documents/94886/328096/831+web.pdf/a0cfba0c-6fe3-4e5d-8f2f-1a361bc187ba."
3. Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. "Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales, https://industria.gob.es/Calidad-Industrial/seguridadindustrial/instalacionesindustriales/seguridad-incendios/informacionadicional/20190218-v2.pdf."
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El primer paso para construir una nave industrial es preparar bien el terreno, es decir, despejar el solar donde tendrá lugar la instalación. Seguidamente, se dará paso a la cimentación, y después se comenzará con la edificación de la estructura de la nave, se colocarán las vigas para dar lugar al cierre del recinto con sus paredes. Finalmente, se fija la cubierta.
Asimismo, el tiempo de edificación para una nave industrial variará según tamaño y necesidades particulares. Sin embargo, para una nave prefabricada tendrá una media de 5 días para una extensión de 1000 m2 aproximadamente.
El consumo de electricidad que se genera en una nave de este tipo es bastante más elevado que en cualquier vivienda. La potencia eléctrica de las naves industriales en España suele ser superior a los 14,49 kW hasta incluso llegar a los 800 kW.
El precio medio a nivel nacional puede oscilar entre los 180 € - 350 €/m2, pero estas tarifas son estimadas y variarán según tipo de estructura, terreno, diseño, entre otros factores.