En 2025, el precio medio del m² de un terreno agrícola en España es de aproximadamente 1,02€, según la última encuesta oficial de precios de la tierra del Ministerio de Agricultura. El valor depende del tipo de cultivo (secano, regadío, viñedo, frutales) y de la comunidad autónoma, pudiendo superar los 2€/m² en zonas de regadío de alta demanda.
En síntesis:

Un terreno agrícola es una parcela de tierra destinada principalmente a la producción de cultivos y actividades ganaderas. Su valor reside en el aprovechamiento de los recursos naturales —suelo fértil, agua y luz solar— para generar alimentos y productos agropecuarios. Estos terrenos pueden ir desde pequeñas parcelas familiares hasta grandes explotaciones agroindustriales, y su gestión requiere técnicas de cultivo, cuidado del suelo y control de plagas para garantizar una producción eficiente y sostenible. En España, cumplen un papel esencial en la seguridad alimentaria y en la economía regional, al tiempo que contribuyen al equilibrio territorial.
En ellos se pueden realizar múltiples actividades, siempre dentro de lo permitido por la Ley del Suelo y las normativas autonómicas. Entre las más comunes están:

Para calcular el precio de un terreno agrícola no basta con fijarse en su tamaño: es necesario aplicar métodos de valoración reconocidos que tienen en cuenta tanto las características físicas de la parcela como su potencial productivo. Los más utilizados en España son:
Consiste en contrastar el terreno con ventas recientes de fincas rústicas similares en la misma zona. Se analizan factores como la superficie, el acceso a agua, el tipo de cultivo posible, la pendiente o la proximidad a núcleos urbanos.
Imagina un terreno agrícola de 2 hectáreas en Castilla La Mancha destinado al cultivo de viñedos de secano. Al analizar las compraventas recientes en la zona, observamos que parcelas similares se han vendido entre 18.000€ y 22.000€ por hectárea. Con esta información, el valor estimado del terreno rondaría entre 36.000€ y 44.000€, ajustado según accesos, calidad del suelo y servicios disponibles.
Calcula el valor del terreno en función de los ingresos netos que puede generar a lo largo del tiempo. Se proyectan los beneficios derivados de cultivos, ganadería u otras actividades agrícolas y se descuentan al presente utilizando una tasa de capitalización.
Ahora supongamos que ese mismo terreno genera 5.000€ netos anuales por la venta de uva. Si aplicamos una tasa de capitalización del 4%, el valor sería: 5.000€ ÷ 0,04 = 125.000€. Este método muestra que, en función de la rentabilidad, el terreno puede valer más de lo que indican las simples comparaciones de compraventa.
En la práctica, el método comparativo es más sencillo y rápido de aplicar, especialmente cuando existen datos de mercado suficientes. Sin embargo, para inversionistas o explotaciones agrícolas activas, el método de capitalización de rentas resulta más realista, ya que refleja el potencial económico futuro del terreno.
La mejor opción es combinar ambos: usar el comparativo para conocer el rango de mercado y el de rentas para confirmar si la explotación justifica o no ese precio por hectárea.

En España, el precio de las tierras rurales se determina en función de varios parámetros:
Actualmente, existen herramientas online que te permiten realizar estimaciones de todo tipo de propiedades y bienes inmuebles. En RealAdvisor puedes hacer una tasación de un terreno y conocer el precio estimado con solo un par de clics.
Lectura recomendada: ¿Cómo saber el valor de una finca rústica?
La herramienta diseñada por expertos en el sector utiliza una serie de factores y estadísticas actualizadas para poder proporcionar resultados fiables.

Debido a la complejidad de la tarea, puede ser útil y más eficaz contar con una estimación profesional. Esta opción tiene un coste adicional, ya que el experto acude al terreno en cuestión y evalúa su valor real en función de su estado y fertilidad. Además, verlo en persona le permitirá fijar un precio basado en el valor de rendimiento.
El valor de rendimiento agrícola corresponde al capital cuyos intereses (anualidad), calculados al tipo medio aplicable durante varios años, corresponden a los ingresos de una empresa o una propiedad agrícola explotada según las costumbres del país. Dado que el valor de rendimiento se calcula de manera uniforme en toda España, existe una directriz para estimarlo en el Real Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de octubre.
Además de la venta, el alquiler de terrenos agrícolas es una opción muy común en el sector. Para estimar el precio por hectárea de alquiler, se deben considerar factores similares a la estimación del precio de venta. Por ejemplo, la ubicación, la calidad del suelo, la demanda y las condiciones del mercado.
Existen métodos específicos para calcular el precio de alquiler, como el porcentaje del valor de mercado o el cálculo basado en la rentabilidad esperada. Si eliges esta opción, debes seguir las directrices establecidas en la Ley de Arrendamientos Rústicos.

La influencia de las características del suelo en el valor de un terreno agrícola puede ser significativa. Algunos de los factores a considerar incluyen la calidad y fertilidad del suelo, el drenaje, la topografía, la accesibilidad y la ubicación. Los suelos de alta calidad y fertilidad, con buen drenaje y ubicados en áreas accesibles, tienden a tener un mayor valor debido a su capacidad para producir cultivos de alta calidad. Además, la proximidad a infraestructuras y servicios agrícolas, como riego, transporte y mercados, también puede influir en el valor.
Las principales ventajas de invertir en terrenos agrícolas incluyen la posibilidad de obtener ingresos regulares a través del arrendamiento o cultivo propio, la diversificación de la cartera de inversiones, la protección contra la inflación y la demanda constante de alimentos. Sin embargo, también existen desventajas potenciales, como la dependencia de factores climáticos y agrícolas, los costes de mantenimiento y gestión de la tierra, y la falta de liquidez en comparación con otros activos.
El valor real de una finca rústica se determina mediante una tasación que analiza factores como la ubicación, el acceso a agua, la calidad del suelo, el uso agrario en España permitido y los precios de mercado en la zona. Puedes orientarte con herramientas de valoración online, pero para operaciones oficiales o de compraventa lo más recomendable es acudir a un tasador homologado.
En 2025, el precio medio de la tierra agrícola en España es de 10.248 € por hectárea (≈1,02 €/m²), según el Ministerio de Agricultura. No obstante, el valor varía mucho según la comunidad autónoma y el tipo de cultivo: una hectárea de regadío intensivo puede superar los 25.000 €, mientras que en secano o zonas con baja demanda se sitúa muy por debajo de la media.
En España, el precio medio de una hectárea de tierra de secano ronda los 6.900 €, aunque la cifra puede variar notablemente según la comunidad autónoma, la calidad del suelo, el acceso a agua y la cercanía a núcleos urbanos; en regiones más demandadas los valores pueden superar los 10.000€ por hectárea.
El valor de una fanegada depende de la región, ya que su extensión varía entre 6.400 y 6.500m²; tomando como referencia Andalucía, donde se estima en 6.440m² y el precio medio del suelo rústico es de unos 2€/m², una fanegada puede rondar los 12.800€, aunque el valor real depende siempre de la ubicación y las condiciones del terreno.
