Antes de comprar una vivienda, es fundamental analizar qué casa me puedo permitir según la situación financiera personal. Factores como los ingresos, gastos, ahorros y condiciones hipotecarias determinan la viabilidad de la compra sin comprometer la estabilidad económica.
En 2025, el mercado inmobiliario estará influenciado por la bajada de los tipos de interés, la evolución del euríbor y la escasez de oferta en ciertas zonas. Estas variables afectarán el acceso a la vivienda y la capacidad de los compradores para adquirir una propiedad acorde a su presupuesto.
Para saber qué casa me puedo permitir, es fundamental evaluar tres factores principales: ingresos mensuales, gastos y deudas actuales, y ahorros disponibles. Estos elementos definirán el precio máximo de la vivienda que puedes comprar sin comprometer tu estabilidad financiera. A continuación, analizamos cómo influyen en distintos niveles de ingresos.
Los ingresos determinan la capacidad de endeudamiento y, por lo tanto, el importe máximo de la hipoteca. Según la regla general, la cuota mensual de la hipoteca no debe superar el 30% de los ingresos netos mensuales, lo que establece un rango de precios de vivienda diferente para cada nivel de ingresos.
Con 5.000 euros netos mensuales, una pareja puede acceder a una vivienda de hasta 450.000 euros, suponiendo un pago inicial del 20% (90.000 euros) y una hipoteca de 360.000 euros a 25 años con un tipo de interés del 3%. La cuota mensual sería de 1.500 euros, dentro del margen recomendado.
Este nivel de ingresos permite comprar viviendas en el centro de grandes ciudades como Madrid y Barcelona, chalets en urbanizaciones exclusivas o incluso una segunda residencia sin comprometer la estabilidad financiera.
Con 3.000 euros netos mensuales, el presupuesto se reduce a aproximadamente 270.000 euros, con una hipoteca de 216.000 euros y un pago inicial del 20% (54.000 euros). La cuota mensual sería de 900 euros.
Este nivel de ingresos permite acceder a pisos de tamaño medio en ciudades secundarias como Valencia, Málaga o Sevilla, viviendas en la periferia de grandes ciudades o incluso casas adosadas en zonas más asequibles.
Con 1.500 euros netos mensuales, la capacidad de compra se reduce a 135.000 euros, con una hipoteca de 108.000 euros y una entrada de 27.000 euros. La cuota mensual sería de 450 euros, dentro del rango recomendado.
Las opciones en este caso se limitan a barrios periféricos, municipios más pequeños o viviendas de segunda mano que puedan requerir reformas. En ciudades grandes, los precios más altos pueden dificultar la compra de una vivienda amplia o bien ubicada.
No solo los ingresos determinan la capacidad de compra, sino también las deudas y compromisos financieros. Las entidades bancarias evalúan la relación deuda-ingreso (DTI), que no debe superar el 40% de los ingresos al sumar todos los pagos mensuales de préstamos, tarjetas de crédito y la hipoteca.
Si tienes préstamos personales, créditos o deudas con tarjetas, es recomendable reducir estos compromisos antes de solicitar una hipoteca, ya que pueden limitar el importe aprobado.
El pago inicial es un factor determinante para saber qué casa me puedo permitir. La mayoría de los bancos financian hasta el 80% del valor de la vivienda, por lo que el comprador debe disponer de al menos el 20% del precio total. Además, hay que sumar los gastos de compraventa, que representan entre un 10% y un 12% adicional del precio del inmueble.
Si no se dispone de ahorros suficientes, existen hipotecas del 90% o incluso del 100% para perfiles con alta estabilidad laboral, aunque suelen tener intereses más altos y requisitos más estrictos.
Determinar qué casa me puedo permitir implica seguir reglas básicas de asequibilidad financiera que ayudan a evitar sobreendeudamiento. Dos de las más utilizadas son la relación deuda-ingreso y el multiplicador de ingresos, que establecen límites claros para calcular la vivienda que puedes comprar sin comprometer tu estabilidad financiera.
Una de las métricas más utilizadas por los bancos para conceder hipotecas es la relación deuda-ingreso (DTI, por sus siglas en inglés). Esta regla recomienda que los gastos de vivienda (hipoteca + comunidad + seguros + impuestos) no superen el 30% de los ingresos netos mensuales.
Si se superan estos límites, el riesgo de impago aumenta y las entidades bancarias pueden rechazar la hipoteca o aplicar condiciones más estrictas, como exigir una entrada mayor o aumentar los intereses.
Otra norma común es que el precio de la vivienda no debe superar cuatro veces los ingresos brutos anuales del hogar. Esta fórmula ofrece una forma rápida de estimar qué casa me puedo permitir sin necesidad de realizar cálculos complejos de hipoteca.
Este método es una guía básica, pero en la práctica, factores como los ahorros disponibles y los tipos de interés pueden permitir acceder a viviendas de mayor valor.
En 2025, las condiciones hipotecarias han mejorado notablemente, facilitando el acceso a la vivienda para muchos compradores. Dos factores clave han influido en esta tendencia: la reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la significativa caída del euríbor.
Es importante que los compradores analicen su situación financiera personal y utilicen herramientas como simuladores hipotecarios para determinar con precisión qué vivienda se ajusta a su presupuesto. Además, es recomendable comparar las ofertas de diferentes entidades financieras para obtener las mejores condiciones posibles.
Determinar qué casa me puedo permitir es esencial para una compra responsable. Los simuladores hipotecarios son herramientas clave que permiten calcular el precio máximo de la vivienda que puedes adquirir. Y no solo eso, te permite estimar cuotas mensuales y conocer los gastos asociados.
A continuación, te presentamos dos opciones recomendadas:
Utilizar estos simuladores te proporcionará una visión más clara de tu capacidad financiera. Además, te ayudará a tomar decisiones informadas al momento de adquirir una vivienda.
Depende del plazo y tipo de interés. A 25 años con un 3% de interés, la cuota mensual sería de unos 711 euros.
Debes tener al menos 60.000 euros: 40.000 euros (20% de entrada) + 20.000 euros (gastos de compraventa).
El banco suele conceder hasta el 80% del valor de la vivienda o 4-5 veces los ingresos brutos anuales. Sin embargo, es necesario comparar diferentes entidades bancarias y tener en cuenta la profesión de cada solicitante porque puede aumentar hasta el 90%.
Algunos bancos como BBVA, Santander o Ibercaja ofrecen hipotecas al 100%, pero solo para perfiles con alta estabilidad laboral y buen historial financiero.
Generalmente, al menos el 20% del precio de la vivienda, ya que los bancos suelen financiar hasta el 80%.