

Cinco estrellas porque no hay más. Qué buen hacer, qué profesionalidad, cuánto tacto y qué respeto. Pero además, es necesario destacar el valor humano de Elena, acompañándonos en el proceso de venta no sólo desde la profesionalidad sino también desde la empatía y el soporte emocional. Un verdadero placer haber contado con ella; saber que el trabajo se estaba haciendo bien, de manera escrupulosa, transparente y, con atención a las necesidades de las personas implicadas, ha supuesto transitar la venta con seguridad y sosiego. Una venta ágil, rápida y limpia. Muchas gracias por todo. Sin duda será nuestra agente inmobiliaria de cabecera.















